El Knopfler que huyó de la fama muestra a León su vida tras los Dire Straits

  • León.- En la cresta de la ola musical, cuando los Dire Straits se habían confirmado como una de las formaciones más exitosas del planeta David Knopfler abandonó el grupo, se alejó de la popularidad y de las agotadoras giras que le rodeaban y se dedicó componer trabajados temas de cantautor que ha exhibido hoy en León.

El Knopfler que huyó de la fama muestra a León su vida tras los Dire Straits
El Knopfler que huyó de la fama muestra a León su vida tras los Dire Straits

León.- En la cresta de la ola musical, cuando los Dire Straits se habían confirmado como una de las formaciones más exitosas del planeta David Knopfler abandonó el grupo, se alejó de la popularidad y de las agotadoras giras que le rodeaban y se dedicó componer trabajados temas de cantautor que ha exhibido hoy en León.

Mientras Mark Knopfler aún hoy sigue actuando delante de miles de personas en varios de sus conciertos, David, el hermano al que sólo ve "en bodas y funerales" -como reconoció este último ayer a Efe- se confiesa satisfecho de que en los últimos tiempos la asistencia media de sus actuaciones se haya incrementado de las cien a las quinientas personas.

La propuesta de David, como ha demostrado esta noche en el Auditorio Ciudad de León ante cerca de mil personas, pasa por melódicas y suaves canciones de música ligera en la que caben, desde alegres temas de pegadizos estribillos hasta composiciones del más típico folk británico, pasando por canciones de sesudas letras de amor o, incluso, de denuncia.

Al contrario que Mark, que sigue ofreciendo a su público los grandes himnos de los Dire Straits, como "Sultans of Swing" o "Money for Nothing", David Knopfler opta en sus directos por rescatar algunos temas de la banda que, si bien recuerdan al más puro sonido de los primeros años de este grupo, no se encuentran entre los más populares.

Escoltado por los experimentados músicos Harry Bogdanovs (guitarra, teclado y coros), Martin Ditcham (batería) y Pete Shaw (bajo), Knopfler ha aparecido sobre el escenario pasadas las 21.00 horas para ofrecer un concierto de casi dos horas y media de duración que ha comenzado con el tema "Steel Wheels", de su álbum "Songs for the Siren".

Dicharachero y comunicativo con el público, con una copa de vino de la mano, bailando, interactuando con su amigo Bogdanovs o afinando meticulosamente cada guitarra que se colgaba, Knopfler ha dado cuenta sobre el escenario de su conocimiento y buen manejo de la música pop y folk, pero también de temas de rock y country que han salpicado su repertorio.

En una actuación dividida en dos actos y dos "bises", el escocés (Glasgow, 1952) ha interpretado temas de varios momentos de las casi tres décadas de su carrera en solitario y de los primeros trabajos discográficos de los Dire Straits, como "Wild West End", la segunda del concierto.

A éstas ha unido dos versiones, "Tougher than the Rest", de Bruce Springsteen y "Cinnamon Girls", de Neil Young, la cual ha interpretado al teclado y siempre con una voz con una peculiar entonación de los graves muy similar al de su hermano Mark.

En un sencillo escenario adornado con cuatro pantallas de luz, el cuarteto liderado por un David Knopfler ataviado con unas llamativas gafas de cristales naranjas ha ofrecido también al público -participativo en algunos temas- canciones como "Southside Tenements", "Mending my Nets", "Tears Fall", "Grace in the Gutter", "America", "A Father and a Son" o "Underland".

Rubén Arranz

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