El oratorio "El Niño" y la ópera "Montezuma" abren el festival de Edimburgo

  • Edimburgo (R.Unido).- Con el oratorio "El Niño", del estadounidense John Adams, y la ópera barroca "Montezuma", de Carl Heinrich Graun y libreto del rey Federico de Prusia, comienza hoy el Festival Internacional de Edimburgo (R. Unido).

El oratorio "El Niño" y la ópera "Montezuma" abren el festival de Edimburgo
El oratorio "El Niño" y la ópera "Montezuma" abren el festival de Edimburgo

Edimburgo (R.Unido).- Con el oratorio "El Niño", del estadounidense John Adams, y la ópera barroca "Montezuma", de Carl Heinrich Graun y libreto del rey Federico de Prusia, comienza hoy el Festival Internacional de Edimburgo (R. Unido).

En entrevista con Efe, su director del festival, el australiano Jonathan Mills, explica que "El Niño" es "una forma muy contemporánea de enfocar una historia arquetípica como es la de la Natividad".

"Es una obra que habla de nuestra propia época, de una era de migraciones y desplazamientos, de circunstancias extremas de riqueza y pobreza", añade Mills.

Pero transmite un mensaje "más básico, y es que un milagro puede ocurrir en el lugar más inesperado. ¿Quién iba a pensar por ejemplo que el 44 presidente de EEUU iba a ser el hijo de un padre keniano, que pasó su juventud en Indonesia?".

En cuanto a "Montezuma", que ha puesto en escena el mexicano Claudio Valdés Kuri, se trata de una "producción contemporánea de una obra barroca", explica Mills, y añade que se trata de una colaboración con el Festival Internacional Cervantino de Guanajuato (México), "uno de los mejores festivales de Latinoamérica, que se celebra además en un lugar bellísimo".

"Montezuma es además una revelación a diferente nivel. Es una ópera muy hermosa que no se merece el olvido en que se ha tenido. Debería formar parte del repertorio operístico internacional", señala Mills.

Su director escénico, el mexicano Claudio Valdés Kuri, y el musical, el argentino Gabriel Garrido, son dos voces "muy singulares" en el panorama cultural latinoamericano, afirma Mills.

"Apoyo además la idea de tener un elenco mixto europeo y latinoamericano como ocurre en esta producción", señala.

El director del festival explica que él y su colega del festival alemán Theater der Welt discutieron con Valdés la idea de programar una ópera barroca y pensaron, entre otras, en "Les Indes Galantes", del francés Rameau, pero finalmente el director mexicano se decidió por "Montezuma".

Se trataba además, según dice, de utilizar una ópera de ese riquísimo período para reformular el género de forma que "no fuese una celebración de la burguesía", como la ópera tradicional, "no una pieza de museo", sino una ópera "de ideas relevantes para el mundo actual".

El programa del festival de Edimburgo, explica Mills, quiere ser "una celebración de la relación musical entre España y Latinoamérica tanto en lo que respecta a la música clásica como a la vernácula".

Así, junto a "Montezuma" o "The Indian Queen", del compositor barroco inglés Henry Purcell, que constituye una interesante combinación, el programa del festival, que concluye el 5 de septiembre, incluye una serie de conciertos con música de compositores del Viejo y Nuevo Mundo.

Comienza con un festival barroco en honor de Nuestra Señora de Guadalupe, titulado "Fiesta Criolla", que dirige Gabriel Garrido, y tras pasar por el "barroco boliviano" y la música sacra de Lisboa a Río de Janeiro, termina con un concierto a cargo de La Capella Reial de Catalunya y Hespérion, que dirige el virtuoso español de la viola de gamba Jordi Savall.

Pero hay además un destacado grupo de danza brasileño, "Grupo Corpo", con dos coreografías tituladas "Parabelo" y "Onqoto", y la compañía de la difunta coreógrafa alemana Pina Bausch, que ofrece en "Agua" su propia interpretación de la alegría de vivir brasileña.

La compañía de Paco Peña, por su parte, ha creado una nueva obra para el festival titulada "Quimeras", en la que explora a través del flamenco los viajes de emigrantes y refugiados, la realidad de sus vidas y su relación con las gentes de los países cuyas fronteras cruzan.

En resumen, dice el director del festival, el programa de este año "es parte de un proceso de abandono del eurocentrismo porque vivimos en un mundo globalizado".

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