El pintor español Cano expone 54 obras en los Mercados de Trajano de Roma

  • El pintor español Pedro Cano trajo hoy a Roma los colores, historia y secretos del Mediterráneo a través de una exposición ubicada en los Mercados de Trajano, en la que plasma los recuerdos conservados tras su periplo de dieciséis años por nueve lugares bañados por el Mare Nostrum.

Roma, 27 sep.- El pintor español Pedro Cano trajo hoy a Roma los colores, historia y secretos del Mediterráneo a través de una exposición ubicada en los Mercados de Trajano, en la que plasma los recuerdos conservados tras su periplo de dieciséis años por nueve lugares bañados por el Mare Nostrum.

La exposición, bautizada "Mediterráneo" y compuesta por 54 acuarelas, desembarcó en el Museo de los Foros Imperiales, situados en los históricos Mercados de Trajano, que durante siglos fue el centro comercial más importante de la capital del Imperio.

Los restos de los Mercados de Trajano, gran construcción semicircular que en su tiempo constaba de tres plantas, contrastan con la actualidad de las acuarelas pintadas por el autor (Murcia, España, 1944), tras un intenso recorrido a lo largo de las orillas bañada por el mar que propició la expansión del Impero romano.

A través de un juego de seducción cromática y misterio, el pintor murciano ha plasmado en sus lienzos la esencia del mar Mediterráneo y las sensaciones experimentadas, tras explorar con todos sus sentidos algunas de las ciudades e islas más significativas para el artista, según explicó a Efe el autor.

El pintor murciano agregó que la memoria está muy relacionada con su pintura. "Es una forma de mirar, con las señales que han quedado hoy, lo que ha sucedido antes", dijo.

Los colores neutros y el inconfundible azul del mar están presenten a lo largo de sus acuarelas, en las que el autor deja testimonio de la civilización, de la antigüedad, pero también de un próximo futuro.

Durante el recorrido por los Mercados de Trajano, donde aún hoy se conservan fragmentos originales de mármol de los foros imperiales, se pueden contemplar los recuerdos plasmados por Cano, tras su estancia en las islas de Mallorca (España), Sicilia (Italia) y Patmos Grecia).

En sus pinturas, el artista deja testimonio del patio de la cartuja mallorquina de Valldemossa, de los ramos de flores y frutas símbolo de la tradición de Patmos así como diferentes esculturas, legado de la influencia griega en Sicilia.

Cano también reflejó en sus pinturas el templo de Santa Sofía en Estambul, cuna de diferentes religiones, los retratos de Alejandro Magno tras su estancia en Alejandría, el paisaje laberíntico de casas y palacios en Spalato, la sal de Cartagena y las diferentes esculturas, legado de la influencia griega en Sicilia.

Asimismo, es significativa la representación que Cano realizó sobre la tradición napolitana a través de la "smorfia", es decir, la relación existente entre los números y determinadas imágenes, constituyendo así una enciclopedia natural de la ciudad.

Por último, a través de sus pinturas Cano apela, en un mundo que considera totalmente tecnificado, a la vuelta a la tradición y a la artesanía.

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