El poder evocador de Piranesi inunda el San Pío V de la Roma del s.XVIII

  • El Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia quedará inundado desde hoy y hasta el próximo 2 de octubre del poder expresivo y evocador de los monumentos romanos que, en el siglo XVIII, plasmó en sus grabados el artista italiano Giovanni Battista Piranesi como si de postales turísticas se tratara.

Valencia, 5 jul.- El Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia quedará inundado desde hoy y hasta el próximo 2 de octubre del poder expresivo y evocador de los monumentos romanos que, en el siglo XVIII, plasmó en sus grabados el artista italiano Giovanni Battista Piranesi como si de postales turísticas se tratara.

Esos monumentos de Roma pudieron ser conocidos "en todo el mundo" gracias a estas "enormes y bellas estampas", ha destacado hoy la comisaria de la exposición "Giovanni Battista Piranesi (1720-1778)", Adela Espinós, en la presentación ante los medios de comunicación de esta colección.

Con esta exposición, el museo presenta una selección de 56 piezas del artista italiano más un retrato de Piranesi grabado por Polanzani en 1750 de los fondos del San Pío V procedentes de la colección de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos.

La exposición hace un recorrido cronológico por la obra del grabador veneciano -quien tomó como vehículo de expresión el aguafuerte-, por lo que se ha ordenado en cinco secciones: 'Carceri d'invenzione', 'Le Antichità romane', 'Descrizione e disegno dell'emisario del lago Albano.1762', 'Antichità d'Albano e di Castelgandolfo. 1764' y 'Vedute di Roma'.

"Su colección de las 'Vedute' o la 'Antichità' de Roma representaba para los hombres del siglo XVIII el equivalente a los álbumes de postales artísticas que hasta hace bien poco podíamos adquirir todos los turistas a manera de recuerdo del viaje", ha explicado Espinós, quien ha resaltado la importancia de la colección de láminas en que Piranesi "transformó el género".

"Es la obra de uno de los más grandes aguafuertistas de la historia del grabado, junto con Rembrandt o Goya", ha remarcado Espinós, quien ha explicado que a diferencia de estos, Piranesi debe "casi exclusivamente su fama al arte del grabado".

La Roma contemporánea le ofrecía a Piranesi "no pocas posibilidades para desarrollar su arte. La ciudad reunía junto al espléndido arte clásico de un pasado remoto los grandiosos palacios renacentistas y las no menos colosales edificaciones barrocas", ha explicado la comisaria.

Todo ello, además, en un siglo en el que la erudición propiciaba una "apasionada curiosidad" por la antigüedad clásica, y en la que el estudio del pasado constituía "una auténtica veneración".

Asimismo, Espinós ha remarcado que el hecho de que desde hoy se pueda disfrutar de las obras de Piranesi en Valencia se debe a que la Academia de Bellas Artes de San Carlos, a través de una junta ordinaria celebrada el 6 de julio de 1788, decidió adquirir estas obras mediante el pago de veinte pesos y a propuesta del pintor Luis Planes desde Madrid.

Por su parte, el secretario autonómico de Cultura, Rafael Ripoll, ha comentado la referencia que supuso las obras de Piranesi para el "turismo cultural", como si de una "caja de resonancia" se tratara, una característica que, según ha señalado, se subraya en el libro "Memorias de Adriano", de Marguerite Yourcenar.

Acogiéndose a esta metáfora, Ripoll ha manifestado que la exposición que se inaugurará esta tarde en el Museo de Bellas Artes de Valencia "sirve de extraordinaria caja de resonancia para el turismo cultural, de la Comunitat y para toda España".

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