El poeta Rafael A. Téllez señala que el heterónimo se debe a que "uno siempre quiso ser otro"

  • Sevilla.- El poeta Rafael Adolfo Téllez considera que los heterónimos abundan en poesía porque "uno siempre quiso ser otro" y ha empleado este recurso en su último poemario, titulado "Los cantos de Joseph Uber", publicado por la Veleta, colección granadina que dirige Andrés Trapiello.

El poeta Rafael A. Téllez señala que el heterónimo se debe a que "uno siempre quiso ser otro"
El poeta Rafael A. Téllez señala que el heterónimo se debe a que "uno siempre quiso ser otro"

Sevilla.- El poeta Rafael Adolfo Téllez considera que los heterónimos abundan en poesía porque "uno siempre quiso ser otro" y ha empleado este recurso en su último poemario, titulado "Los cantos de Joseph Uber", publicado por la Veleta, colección granadina que dirige Andrés Trapiello.

Téllez ha explicado en una entrevista con Efe que en su nuevo libro "no siempre habla" Joseph Uber, el heterónimo, sino que también ha incluido numerosos poemas de amor, cuyo espacio "es la ciudad de Sevilla, un viejo café del centro de la ciudad."

"No puedo olvidar mis primeros libros ni los poetas amigos, que son mis compañeros de viaje; y Sevilla es una de mis patrias, un lugar en la tierra, aunque las ciudades donde uno no amó a una mujer son ciudades inexistentes", ha añadido el autor, nacido en Palma del Río (Córdoba) en 1957 y dedicado a la enseñanza de la Literatura.

Su pueblo natal es uno de aquellos que en el siglo XVIII repobló Carlos III con colonos procedentes de Alemania, Francia, Italia..., y en aquellas calles transcurrió su infancia. De ahí que Joseph Uber sea un pastor que aparece en alguno de sus libros anteriores y que ve esos campos cien años antes del nacimiento del propio Téllez.

"El lugar donde vivieron mis antepasados, el chozo con alero de paja donde mi abuelo se resguardaba del sol los días en que cuidaba de su rebaño cerca de un viejo río... Necesitaba volver a las piedras, los arroyos donde me crié, tentar los viejos árboles de mi niñez, volver a mis dioses profundos", explica.

De modo que "Joseph Uber nace para salvar a Rafael Adolfo Téllez; Uber sabe que oyendo a la tierra se aprende casi todo", añade.

El editor del libro, el escritor y poeta Andrés Trapiello, ha asegurado que en estas páginas está "la voz más desolada, más áspera y, por lo tanto, más verdadera" de Téllez.

Una voz poética que posee "una belleza áspera con la fuerza de las yerbas del monte; un canto a la vida desde la conciencia de la muerte", señala Trapiello.

Téllez considera que su nuevo libro "es la culminación de un regreso". "Siempre mi poesía fue un regreso a viejos lugares donde amé la vida; sueño también a veces que Joseph Uber volverá finalmente a la ciudad donde transcurrieron 35 años de su vida", dice en alusión a la capital andaluza.

"El regreso es, en realidad, un sueño. Uno viene de tan lejos que no podrá llegar nunca, de modo que durante años he hecho versos para defenderme del tiempo. Creé un lugar donde ponerme a salvo de su paso. Ahora siento que el tiempo viene a asesinarme cada día. Siento desobedecer en esto a mi amigo Eugenio Montejo que hablaba del tiempo como un hacha de seda", señala.

Poeta de tono elegiaco, Téllez señala: "Cuando oigo los adjetivos 'novísimos' o 'nueva' aplicados a la poesía pienso que esto no es un supermercado".

"La poesía siempre existirá porque ninguna cultura ha podido prescindir del canto; la poesía es tan vieja como Homero, como el mundo; no hay que vivir de ella sino con ella", asegura.

Alfredo Valenzuela

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