El primer documental sobre el rock español desvela los fracasos y miserias del mundillo de la música

Cinco músicos frustrados, –como así se definen-, y reconvertidos en cineastas, se unen en junio de 2010, bajo el nombre colectivo "The Smoke Seller Front". Emprenden una gira por toda España con un único objetivo. Quieren grabar el primer documental sobre el rock español. Después de un año, ya tiene título: "Tour".

Durante el rodaje, entrevistan a Oscar y "Chepas" (Lujuría) o Cesar Strawberry (Des con Dos), a los integrantes de Baphomet, Metal Hollows o SujetoK. Recogen sus testimonios y compromisos con el rock, el heavy metal o el punk.

Intercalan planos de responsables de discográficas independientes que han renegado de la explotación laboral de las grandes multinacionales del disco. Incluyen entrevistas por salas y conciertos desde Valencia a Barcelona y de Madrid a Asturias. Aún no había llegado la revelación.

Graban horas y horas de cinta. Los testimonios desvelan las miserias de la industria del disco, las exorbitadas exigencias de los managers o la tacañería de las salas de conciertos, que incluso obligan a los músicos a pagar 400 euros por tocar una noche en su local.

Deseaban rodar un documental sobre la marginalidad del rock & roll y la falta de un circuito profesional de conciertos. Sin embargo, descubren que su material es aún más valioso. Es una clase maestra de supervivencia.

"Nuestra experiencia y anécdotas del rodaje fueron como un máster. Teníamos una guía visual de qué deben y no deben hacer los grupos de rock para vivir profesionalmente de su música", explica Raquel Mersí, directora del filme.

Entonces, el rodaje da un giro. Elijen a un grupo, le siguen durante meses y se convierten en sus mánager, su productor y sus asesores de imagen. La banda de Aranda del Duero se llamaba "Los Hombrecillos Verdes". Sí, se llamaba así, antes de que se separaran definitivamente.

"Queríamos apadrinar un grupo e ir intercalando el resto de entrevistas con las trabas a las que se enfrentan para grabar un disco y de cómo pueden entrar en el circuito de conciertos", dice Marta "LaChula", directora de fotografía.

Entonces, obligan a "Los Hombrecillos Verdes" a que cambien de nombre para que éste cuadre con su música rock sureña y sus letras de desarraigo. Les piden que se llamen "Mister Homeless". Cuando están filmando su metamorfosis, la banda gana un concurso local y apuestan por una única meta, la de grabar un disco. Grave error.

"Hoy grabar un cedé no te sirve de nada. Muchos grupos creen que, con tener una página de MySpace, llegará una discográfica y el contrato. Y no es así, tienes que trabajar tu música y potenciar los conciertos y los fans. Hay discográficas pequeñas que se preocupan de estos detalles", añade Alberto Carretero, cámara del documental.

Las diferencias, disputas y discusiones entre la banda provocan su disolución. Ahora, "Mr Homeless" no es un grupo: es un solista.

El documental, precisamente, narra cómo éste y otros muchos grupos aficionados siguen los mismos patrones. Por eso, "Tour" intercala algunos consejos para que las bandas de rock no se queden tiradas en la cuneta.

"El negocio no está en la música, sino en el músico. El dinero está en sus conciertos, en la mercadotecnia, en tener una imagen coherente con sus canciones", apostillan desde una discográfica en el documental.

Así, con esta filosofía de prueba y error, el documental "Tour" aún está en fase de postproducción. El equipo de rodaje quiere culminar el proyecto con un deuvedé acompañado de un libro guía para sobrevivir en el mundillo del rock & roll. Será algo así como un manual de instrucciones para que las bandas amateur no mueran antes de triunfar.

Los creadores de "Tour" intentarán colocar el filme en festivales de cine foráneos. Es curioso. Ni siquiera se plantean que se estrene en España.

"Si en España apenas se vende esta música (heavy metal, hard rock, punk, etcétera), ¿cómo vamos a vender aquí el documental? Queremos entrar en la sección oficial de algún festival de cine extranjero", dice Raquel Mersí.

La primera parada es Sundace Film Festival, el prestigioso festival de cine auspiciado por Robert Redford en EE UU. "Ya habrá tiempo de bajar el listón", comenta el equipo de rodaje.