En la muy agitada historia de la Academia de Cine española no ha habido un jarro de agua fría como la salida de Pedro Almodóvar en 2005. El director y su hermano Agustín, productor de sus películas, sintieron como una ofensa que La mala educación recibiera sólo cuatro candidaturas a los Goya y, peor aún, ni una sola estatuilla.
La decisión fue drástica: cursaron baja definitiva de la institución y aseguraron que el problema era el proceso de votación de los premios. Según establecían las reglas en ese momento, en la primera ronda de votaciones -de la que salen los candidatos- cada miembro de la Academia votaba sólo las categorías de su especialidad -los actores los seis apartados de interpretación, los músicos a partitura y canción, los directores a los directores, los diseñadores de vestuario al vestuario, etcétera-.
Curiosamente, es la misma norma que rige en la Academia de Hollywood, de la que Pedro también es miembro y sobre la cual nunca se ha quejado allí. En cualquier caso, la junta directiva de la Academia española cambió la regla permitiendo que todos votaran a todos, pero los Almodovar no volvieron. La forma de elegir los premios, eso sí, permanece modificada.
En 2010, en los primeros Goya celebrados bajo mandato de Álex de la Iglesia, Pedro aceptó reaparecer en la ceremonia para entregar la estatuilla a la mejor película del año. "Tenéis un presidente muy pesao", se justificó. Pero había algo más: las relaciones se habían ido enderezando poco a poco y los Almodóvar se volvían a sentir queridos por la comunidad del cine español.
Elecciones el domingo
Pero ha sido ahora, después de la crisis que generó la dimisión de De la Iglesia, cuando los Almodóvar han decidido volver. Y lo hacen tres días antes de que los académicos elijan a su nuevo presidente entre el realizador Bigas Luna y el productor, distribuidor y exhibidor Enrique González-Macho.
Este último había mencionado en la presentación de su candidatura a que "una base amplia" de gente del cine le había animado a optar a la presidencia de la Academia y todo a punta a que entre esas personas figuran los Almodóvar. En cualquier caso, no podrían votarle porque el censo para las elecciones del domingo ya está cerrado, pero sí van a regalar al nuevo líder de la institución algo mucho mejor: su membresía.
A nivel internacional, era difícil explicar la ausencia del director con más proyección y prestigio de la actualidad y eso lastraba el prestigio de la institución. Un problema especialmente grave dado que uno de los grandes retos para el nuevo equipo -como ambos candidatos enfatizan en sus programas- es la internacionalización de la Academia. El regreso de los Almodóvar lo va a hacer todo mucho más fácil.
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