El "Rushdie azerbaiyano" repudiado por llamar a la reconciliación con Armenia

  • Ignacio Ortega.

Ignacio Ortega.

Moscú, 22 feb.- El escritor azerbaiyano Akram Ailisli nunca imaginó que la publicación de la novela "Sueños de Piedra", en la que llama a la reconciliación con Armenia, le convertiría en una suerte de Salman Rushdie, amenazado y víctima del ostracismo oficial.

"Sólo he escrito una novela de ficción, no un libro de historia, pero me he convertido de la noche a la mañana en un enemigo del pueblo azerbaiyano, en un traidor a la patria", aseguró hoy a Efe Ailisli en conversación telefónica desde Bakú.

El escritor, de 75 años y considerado un clásico de la literatura azerbaiyana, cree que, como le ha ocurrido a otros escritores malditos, los que le repudian ni siquiera han leído su libro, publicado en diciembre pasado.

"Los dirigentes soviéticos reconocieron que no habían leído los libros de Borís Pasternak ("Doctor Zhivago"), pero de todas formas los condenaron. Lo mismo ocurre conmigo", señala.

La novela relata la historia de un hombre que entra en coma tras ser golpeado por intentar proteger a un armenio, un argumento considerado tabú en un país enfrentado desde 1988 a la vecina Armenia por el enclave de Nagorno Karabaj.

"En el hospital, de manera subconsciente, rememora tiempos en que armenios y azerbaiyanos convivían pacíficamente. Recuerda lo que le contaron sus mayores y lo compara con la tensa situación actual", señaló.

Ailisli asegura que se está planteando muy seriamente pedir asilo político, ya que la presión a la que está sometido él y su familia por parte de las autoridades y los medios de comunicación es insostenible.

"El presidente (Ilham Alíev) ha emitido un decreto en el que me privó de la distinción de Escritor del Pueblo, de todos los premios que me habían sido concedidos y de la pensión presidencial por ponerme de parte de los enemigos de la nación", apuntó.

Alíev acusó al escritor de tergiversar la historia y "faltar a la dignidad de millones de azerbaiyanos expulsados de sus tierras como resultado del conflicto".

Esto ocurrió después de que el Parlamento acusara al literato de traición y pidiera prohibir la publicación de sus libros.

Además, añade, "despidieron a mi mujer, directora de una biblioteca infantil durante 30 años, y también a mi hijo, que trabajaba como economista" para el Estado.

"Es una campaña en toda regla de terror moral orquestada por las autoridades. Incluso un grupo de jóvenes marchó por las calles de Bakú, enterró mis libros en una tumba y terminó frente a mi casa para amenazarme", señaló.

Lo que se dejó en el tintero el escritor es que los jóvenes eran miembros del partido oficialista Eni Azerbaiyán, que quemaron sus libros y retratos, y le conminaron a abandonar el país.

Sus críticos le acusan de describir exclusivamente los pogromos desatados por los azerbaiyanos contra los armenios tras el estallido del conflicto separatista hace 25 años, lo que él niega tajantemente.

"Yo no hablo bien de los armenios. Cada uno puede entenderlo como quiera. Lo que puedo decir es que durante 70 años vivimos en un clima de amistad. Yo mismo tenía amigos armenios. Pero el conflicto de Nagorno Karabaj lo cambió todo", apuntó.

El líder del partido progubernamental Moderno Musavat, Jafiz Gadzhíev, aseguró que retirar los premios estatales a Ailisli era poco y dijo que había que "cortarle la oreja", acto por el que ofreció una recompensa de 10.000 manat" (casi 1.300 dólares; casi 982 euros).

La Unión de Escritores también le condenó por mostrar "odio hacia la sociedad azerbaiyana" y "servir de principio a fin (con su libro) a la política armenia".

Sólo algunos periodistas y activistas de los derechos humanos salieron en su defensa, a los que se sumó EE.UU., que instó a Bakú a defender la libertad de expresión y cesar la campaña contra el novelista.

Ailisli cree que los culpables de las matanzas cometidas por ambas partes son los dirigentes políticos y no los pueblos, por lo que también llama a los escritores armenios a contar la verdad sobre las atrocidades cometidas por su bando.

"Los que instigan el odio contra los armenios son los políticos. Por ello, el conflicto se está agudizando. Ya no es un contencioso militar, sino un problema étnico", señaló.

Ailisli está "convencido" de que armenios y azerbaiyanos pueden vivir en paz, ya que "el conflicto no beneficia a ninguno de los dos pueblos".

"Hay quien dice que nunca volveremos a vivir juntos y seremos enemigos durante siglos. Mientras, los que me defienden, dicen que tarde o temprano lograremos convivir en paz. Yo creo que no hay otra alternativa", indicó.

El escritor tiene predilección por emigrar a un país anglosajón como Inglaterra, donde reside precisamente Rushdie, contra el que el ayatolá Jomeini de Irán declaró una fatua (condena a muerte) en 1989 por considerar "Los versos satánicos" blasfemos contra el Islam.

"Si es posible, pediré asilo político. Debo pensar en el bienestar de mi familia", sentenció.

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