El testimonio fotográfico del 23-F se convierte en cortometraje

Madrid.- Manuel Hernández de León, uno de los fotógrafos de la agencia Efe que consiguió sacar clandestinamente sus capturas del fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, ha convertido ahora aquellas imágenes históricas en un cortometraje que ha sido proyectado hoy en la Universidad Complutense de Madrid.

Treinta años después de aquella noche, y cuando España recuerda a través de películas, testimonios y debates la violenta irrupción del teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero en el Congreso, Hernández de León ofrece en "23-F: 30 aniversario" una visión "fidedigna y sin ninguna ficción" de la misma.

"Es un homenaje a todos mis compañeros fotógrafos que hicieron su trabajo y a los que luego les pidieron los carretes", explica este fotógrafo aún en activo en la agencia Efe y que, junto a su compañero Manuel Barriopedro consiguió burlar a los militares y guardar su carrete primero en la camisa y luego en su ropa interior.

Aplaudido por los estudiantes, impresionados por la fuerza seca de esas fotografías que hicieron historia, este cortometraje "es, simplemente, lo que pasó en realidad" y, durante poco más de cuatro minutos y medio, se convierte en una pieza "significativa y simbólica" de ese momento en el que los fantasmas de la dictadura se volvieron a cernir sobre la España democrática.

"Se ve cómo estaba Suárez, cómo estaba Carrillo y cómo estaba el rey", asegura quien también insiste en la importancia del día 24 de febrero, en cómo fue a buscar a El Pardo a Antonio Tejero para tomar una nueva exclusiva que, finalmente, no pudo cristalizar.

"Es la lección que hay que sacar. Que en esta profesión un día consigues el que está considerado como el mayor triunfo histórico de la agencia Efe y al día siguiente vives un fiasco", explica. "Se necesita paciencia, espíritu de sacrificio y vivir el día a día", añade.

Hernández de León recuerda asimismo el poder de esa fotografía en la que el artífice del intento de golpe de Estado mira fijamente a su cámara con el dedo en el gatillo: "Yo le había entrevistado en su casa quince días antes y me había abierto la puerta en pijama. Al verme, me reconoció", asegura el fotógrafo.

Y a la hora de crear este cortometraje sobre un tema que, considera, debería dejarse ya en el pasado, confiesa: "He dudado mucho sobre cómo hacerlo, le he dado muchas vueltas y me ha ayudado mucho el departamento técnico de la agencia Efe".

De esta manera, Hernández de León se ha limitado a concatenar las imágenes acompañado de música y con sonidos de alboroto, amenazas y tensiones vividas en tan señalada fecha dentro del hemiciclo.

"Fue todo una vivencia en la que reaccioné de manera visceral. Era muy joven y no sabía lo que había hecho ni lo que iba a salir finalmente. Pero luego, al ver las fotos, tuve una gran satisfacción: era la exclusiva que uno sueña durante cien vidas", concluye.