Esfuerzo de "El Juli" sin recompensa

  • Madrid.- Una importante faena de Julián López "El Juli", sin embargo, se quedó sin el reconocimiento material de la oreja a pesar de la petición mayoritaria, hoy en Las Ventas.

El presidente de Las Ventas niega la oreja a 'El Juli'
El presidente de Las Ventas niega la oreja a 'El Juli'

Madrid.- Una importante faena de Julián López "El Juli", sin embargo, se quedó sin el reconocimiento material de la oreja a pesar de la petición mayoritaria, hoy en Las Ventas.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de "El Ventorrillo", muy bien presentados y de juego desigual. Buenos, muy buenos, tercero y cuarto, ovacionados en el arrastre; el resto, como primero y segundo, más o menos complicados, incluso más o menos difíciles, como quinto y sexto.

Manolo Sánchez: pinchazo, otro hondo, descabello, dos pinchazos más y bajonazo con degüello (bronca); y tres pinchazos y casi entera caída (silencio).

Julián López "El Juli": gran estocada (gran ovación tras petición mayoritaria de oreja con bronca al "palco" por denegarla); y tres pinchazos y bajonazo (silencio).

Alejandro Talavante: estocada y cinco descabellos (vuelta tras aviso y con algunas protestas al iniciarla); y estocada (silencio).

En cuadrillas, Álvaro Montes estuvo bien con "los palos" en el segundo.

La plaza casi se llenó en tarde lluviosa, con agua en los toros primero, quinto y sexto.

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EL GESTO DE JULIÁN LÓPEZ

Era una de las corridas más esperadas de la temporada con la comparecencia prevista de José Tomás, que finalmente no pudo venir, ya se sabe, por la tremenda cornada que sufrió a finales de abril en Aguascalientes (México), y de la que aún no está totalmente recuperado, hasta el punto de haber suspendido todos los compromisos que tenía para esta temporada.

Y pesó mucho el nombre del ausente. La gente está por Tomás, qué duda cabe, por ese halo misterioso del concepto que atesora, entre el valor más allá del infinito y la pureza de las formas, el planteamiento que hace del toreo, único, singular y proverbial.

No era fácil convencer a la parroquia, sufrido público, para volver a Las Ventas después de más de un mes de bostezos entre San Isidro y el Aniversario, y encima sin JT.

Los mismos toreros considerados figuras tampoco parecen estar dispuestos a sustituciones de esta envergadura. De ahí el mérito de Julián López echándose para adelante con la responsabilidad que conlleva volver a Madrid fuera de sus ferias clásicas y con la sombra del "otro" por medio.

La tarde lluviosa invitaba a la suspensión, y fue precisamente "El Juli" quien decidió que finalmente se celebrara la corrida. Toda la responsabilidad de la función había pasado a ser exclusivamente suya. Y en ese contexto habría que valorar su gesto.

Pero el público, la afición de Madrid, tan sensible y justo otras veces en sus apreciaciones, aquí falló. Ni una ovación de reconocimiento al finalizar el paseíllo o antes de salir su primer toro.

A Julián López, para mayor abundamiento, le correspondió un mal lote de una corrida que tuvo toros buenos y hasta muy buenos. Y así y todo se le midió con mucha severidad.

Ni mucho menos fue bueno su primero, segundo en la tarde, que protestó mucho, sin fijeza y viniéndose a menos. "El Juli" estuvo con él muy serio y esforzado.

Perfilero y algo despegado, es verdad, y de eso se encargó de recordarlo constantemente el tendido fundamentalista de la plaza, "el 7", sin tener en cuenta que era un recurso de técnica y maestría, pues atacándole más se hubiera acabado antes el toro. Un "Juli" sobre todo muy capaz para tirar de las cada vez más quedadas embestidas, llevándolo siempre lo que se dice "toreado", que significa engancharlo por delante y vaciar los pases muy atrás.

La estocada final, por arriba y dejándose ver, por si sola hubiera valido la oreja. Y hubo pañuelos de sobra. Pero no quiso el presidente.

Lo triste fueron las palmas de los cuatro "entendidos", eternos protestones, ensalzando esta vez al usía por su despropósito.

Ya el quinto no fue toro propicio. Brusco y si emplearse, además dio la impresión de estar tentado en el caballo. "El Juli" se debió acordar de la oreja que le habían quitado antes y acabó sin despeinarse.

Faena notable también en la tarde, aun que con matices, la de Talavante a su primero, un buen toro por los dos pitones. Aquí la gente estuvo mucho con el torero, que se arrimó mucho, y toreó por abajo y muy seguido, no obstante, sin dejar poso. Le faltó cadencia a la faena, le sobró aceleración.

Y cuando se templó Talavante, ya muy avanzado el trasteo, también fue a costa de la ligazón, que bajó. Los pases de uno en uno le obligaron a recolocarse. Fue faena con altibajos, y a menos. Por eso y al necesitar de muchos golpes con el descabello, cuando inició la vuelta al ruedo se escucharon muchas protestas.

Talavante tampoco se complicó la vida con el sexto, mirón y sin clase, que "se abría" demasiado.

A Manolo Sánchez le venció el desánimo con un primer toro malo sin más, sin peligro, pero también sin posibilidades, reservón, que no humillaba ni terminaba de pasar, y al que mató desastrosamente. Y con el buen cuarto, toro con fijeza, prontitud y mucho temple, se limitó a acompañarle las embestidas, sin acordarse de lo mal que tiene la temporada.

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