Istres (Francia).- Corrida decepcionante de Albarreal por floja y sosa, salvo los toros lidiados en segundo y quinto lugar, siendo bronco y incómodo el último. Todos pobres de cabezas y sospechosos de pitones, pero correctos de trapío.
Espartaco: silencio, oreja y dos orejas.
Sebastián Castella: dos orejas, silencio y dos orejas.
Los dos toreros salieron en hombros al final. Presidencia y público generosos.
A pesar del poco juego de la corrida, el público que llenaba los tendidos disfrutó de lo lindo gracias al empeño de los toreros que estuvieron muy por encima de sus adversarios.
Espartaco, frente al primero, muy flojo, poco pudo hacer. Cumplió dignamente frente al tercero y sólo brilló en el quinto, que se mantuvo de pie.
Castella demostró muchas ganas toda la tarde, aprovechó la relativa codicia del secundo, no tuvo opción con el cuarto, que mató mal, y se arrimó al último, muy complicado, inventándose una faena que no tenía el toro, cortando las orejas a base de mucho insistir.
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