Estas son las mejores actrices de reparto: reparten como nadie

  • A primera vista parecen frágiles, incapaces de defenderse. En acción pueden tumbar ellas solas a Terminator. Son las chicas que pegan más fuerte en el cine. La última en sumarse al grupo es Saoirse Ronan, que esta semana estrena 'Hanna'.
Saoirse Ronan es Hanna, una adolescente de armas tomar
Saoirse Ronan es Hanna, una adolescente de armas tomar
lainformacion.com
M. J. Arias

Cuando de repartir mamporros o dar una somanta de palos a alguien se trata, los más duchos en la materia suelen ser ellos. Al menos en el cine. Silvestre Stallone, Steven Seagal, Jason Statham, Arnold Schwarzenegger, Jean Claude Van Damme o Bruce Willis son los clásicos en esto de "dar cera, pulir cera", que diría el maestro Miyagi. Sin embargo, a veces, en ocasiones, aparece en la cartelera una película en la que quien se encarga de repartir es una chica. No es lo habitual, pero se han dado algunos casos. El último fichaje ha sido una Saoirse Ronan entrenada por Eric Banna y protagonista de Hanna, que se estrena hoy.

Pese a su aspecto de aparente debilidad y fragilidad, Saoirse Ronan se convierte en toda una máquina de matar en Hanna. Entrenada en la ficción por Eric Bana, la niña protagonista de The Lovely Bones interpreta a una adolescente con una asombrosa capacidad para eliminar a sus enemigos. Años de entrenamiento aislada del mundo para cumplir una misión: eliminar a la mujer que lleva años persiguiéndola. Todo sin levantar sospechas gracias a una apariencia de lo más cándida que no haría pensar en lo que se esconde debajo a nadie. Característica que, prácticamente, todas las mujeres que reparten en el cine tienen en común: su estudiada delicadeza.

¿Quién hubiese pensado, por ejemplo, que bajo la máscara de Catwoman se encontraba el rostro de la angelical Michelle Pfeiffer? En esa careta de fragilidad es en parte en lo que se basa el éxito o fracaso de sus misiones en la pantalla. Hasta la enclenque, con todos los respetos, Keira Knightley es capaz de repartir como nadie. Lo hizo en Domino y, de alguna manera, como la particular Ginebra de El rey Arturo. No son las únicas. Jennifer Garner es una auténtica heroína de cómic en Elektra, aunque la película fuese un fracaso en taquilla y una mala adaptación. Mejor le fue en su aventura peleona a Hilary Swank. A ella subirse a un cuadrilátero a pelear en Million Dollar Baby le valió un Oscar. Antes ya había protagonizado la tercera de Karate Kid.

Lo curioso en el caso de las actrices, es que no suelen quedar encasillas. Algo que sí les ha ocurrido a Stallone, Willis y compañía. Eso sí, a algunas no se las puede mirar igual después de verlas en acción. El caso más claro es el de Uma Thurman machacando a sus adversarios catana en mano. Quentin Tarantino hizo que la dulce Fantine de Los miserables mutase en una mujer llena de odio y con una capacidad de masacrar pasmosa. Nadie puede interponerse en su camino en los dos volúmenes de Kill Bill. Su pelea contra Daryl Hanna impacta. Y es que Tarantino tiene una habilidad especial para convertir a muñecas de porcelana en despiadadas asesinas. Lo hizo con Thurman, pero también con la embrujada Rose McGowan, a la que armó con una pierna ortopédica cargada de munición en Planet Terror y Grindhouse.

A estas mejor ni chistarlas

Todas son duras adversarias y es mejor compartir bando con ellas a tenerlas cara a cara como enemigas. Aunque siempre hay unas más temibles que otras. La reina de la dureza es Sigourney Waver. Ella no tiene de delicado ni el rostro. Si es capaz de vérselas con un alien de armas tomar, un simple humano no es nada para ella. Y lo mismo para Carrie Ann Moss. La canadiense pasó de modelo a heroína gracias a los hermanos Wachowski. Su Trinity era mucho más dura y experimentada en la lucha cuerpo a cuerpo que Neo (Keanu Reeves). De hecho, sin ella –cuidado que va un spoiler– el mesías de Matrix no podría haber hecho nada contra las máquinas. Luego está Linda Hamilton, que debería ser una categoría en sí misma, por su papel de Sarah Connor en la saga Terminator.

Y sobre todas ellas, Angelina Jolie. Si alguien quiere una mujer con pinta de que va a romperse al primer puñetazo, pero que luego los encaja y devuelve como ninguna, esa es la señora de Pitt. En su carrera tiene prácticamente dos papeles. El lacrimógeno y el de aficionada a las artes marciales. Jolie ha sido Lara Croft en Tom Raider. La perseguida pero con muchos recursos agente Salt en la película del mismo nombre. La tatuada Fox en la imborrable Wanted. Una villana con parche llamada Franky en Sky Captain y el mundo del mañana. Y, para acabar, aunque podría seguirse, la señora Smith en el trabajo que la unió a Brad Pitt. Vamos, que en cantidad de mamporros repartidos en la pantalla nadie puede superarla. Le sobran práctica y maneras.

Donde va una van todas

El refranero popular dice que la unión hace la fuerza, así que algunas lo que hacen en juntarse y montar una banda. Así hicieron las chicas de Sucker Punch. Esas sí que parecían pobres adolescentes indefensas. Pero luego, encabezadas por la dulce Baby Doll (Emely Browning), entraba hasta un escalofrío al verlas en acción. Igual que con la banda comandada por Rosario Dawson en Sin City. Sus componentes eran a cada cual más chunga. Sobre todo Miho, interpretada por Devon Aoki. Daba miedo verla por los tejados. Menos oscuras son las chicas de Charlie. Lucy Liu, Cameron Díaz y Drew Barrymore crearon un estilo propio a la hora de dar patadas y resolver casos complicados. Lo suyo era más en clave de comedia y, además, se hacían llamar ángeles.

Mostrar comentarios