Eva Yerbabuena libera con la danza sus recuerdos familiares más trágicos

  • Londres.- La bailaora flamenca Eva Yerbabuena ha estrenado en Londres "Cuando yo era", un espectáculo en el que la granadina nacida en Fráncfort libera sus recuerdos familiares más dolorosos relacionados con la Guerra Civil.

Eva Yerbabuena libera con la danza sus recuerdos familiares más trágicos
Eva Yerbabuena libera con la danza sus recuerdos familiares más trágicos

Londres.- La bailaora flamenca Eva Yerbabuena ha estrenado en Londres "Cuando yo era", un espectáculo en el que la granadina nacida en Fráncfort libera sus recuerdos familiares más dolorosos relacionados con la Guerra Civil.

En una entrevista con Efe, Yerbabuena explicó que la obra, que "apenas empieza a rodar" y que está programada en el London Flamenco Festival 2011, "nace de una reflexión de pertenencia a la infancia, sobre los abuelos, los bisabuelos y otra mucha gente que vivió una época muy dura".

"A partir de sus experiencias te das cuenta de que la vida sigue adelante pase lo que pase, muera gente o no muera, aunque haya momentos en los que surge la parte más animal del hombre. Siempre hay resignación, fortaleza, y se afronta lo que sea que te toque vivir", afirmó la bailaora.

La granadina explica a través de la danza cómo la historia determina y modela a las personas, a veces a su pesar.

Sobre el escenario del teatro Sadler's Wells, Yerbabuena materializa una metáfora sobre la experiencia vital a través de la arcilla, un material que adopta la forma que se le imprime, pero que "si no es cocido vuelve otra vez a ser prácticamente líquido".

La semilla de "Cuando yo era" reside en las historias que la bisabuela de la bailaora, Rosario, explicaba a su familia en la mesa, "casi siempre en fechas señaladas", sobre su marido.

"Se lo llevaron un día y nunca más volvió, y ella continuó viviendo con la resignación y con la impotencia que provoca la falta de certeza. Le dijeron que le habían disparado un tiro en cierto lugar del pueblo, pero el cuerpo nunca apareció, así que siempre le quedó una rendija de esperanza", narró Yerbabuena.

"Era una mujer fuerte que tenía que seguir criando a dos hijos y a muchísimos nietos, pero de vez en cuando -muy de vez en cuando- se derrumbaba. Volvía atrás, a recordar, incluso a imaginarse que podría estar vivo en algún sitio", recordó.

La bailaora se propone mostrar al público no sólo el lado amargo de la memoria, sino también que "la vida sigue adelante, y llega la feria y el carnaval, aunque a ti te moleste y no sea sencillo".

Yerbabuena asegura que después de repetirle a su familia durante su juventud que la guerra "pasó hace mucho tiempo", con la edad se ha dado cuenta de que las historias que explicaba una y otra vez su bisabuela "no han dejado de pasar, siguen pasando".

"Con los años, entiendes mejor esa obsesión suya por el 'no lo digas', 'no hables aquí', 'mira lo que a mí me pasó', y esa manía suya de tener tanta comida en casa que al final se tenía que tirar", señala la granadina.

Yerbabuena, Premio Nacional de Danza en 2001, utiliza los recuerdos y las vivencias como materia básica para crear un flamenco innovador que no pierde sus raíces ortodoxas.

"No es lo mismo contar algo que puedas imaginar, por muy grande y libre que sea la imaginación, que transmitir experiencias tan profundas como las que me ha tocado vivir a mí", explica.

La granadina asegura que no es una mujer "melancólica, o dramática", sino que le gusta la risa y la vitalidad, aunque reconoce que en los momentos de felicidad "no quieres ir a un estudio a ensayar, ni escuchar una letra de soleá, que son cantes muy profundos, con muchísimo dolor".

La granadina bebe del flamenco más ortodoxo, aunque sostiene que su necesidad de "ser más libre" le empuja a seguir el lenguaje que le dicta su propio cuerpo.

"Me encanta la danza contemporánea, la danza en general. Soy una persona observadora y necesito enriquecerme con nuevos movimientos, nuevas formas de expresar y crear, y no quiero imponerme ninguna limitación", dice la bailaora.

Guillermo Ximenis

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