Expertos piden “hacer caso a la edad recomendada en los videojuegos"


Los videojuegos y otros juguetes tecnológicos contienen una serie de recomendaciones sobre la edad y otras circunstancias de los usuarios para su correcta utilización, a las que de forma “incomprensible no solemos hacer demasiado caso”, según manifestó a Servimedia la psicóloga experta en infancia Silvia Álava, para quien “sorprende lo benevolentes que son los padres con estas recomendaciones cuando se trata de tecnología”.
Según Álava, “a nadie se le ocurriría regalar pornografía, tabaco o alcohol a un niño de 10 años”, pero sin embargo “es muy frecuente que a chicos de 9 años se les regalen juegos recomendados para 13 y a chicos de 12 juegos dirigidos a los de 18 años”.
“Hay que conocer lo que se regala”, apuntó la directora del Área Infantil del Centro Álava Reyes y, por eso, “los padres deberían jugar o al menos probar el videojuego antes de elegirlo para sus hijos”. “Hasta los 12 años la moral de los niños no está formada” y un contenido “altamente violento como es el de algunos de estos juegos puede tener graves consecuencias en ella”, advirtió.
Con todo, “el problema es que muchos adultos no están familiarizados con la tecnología y no se lo toman tan en serio”. De ahí, dijo, que “no tengan tantos problemas en regalar juegos para mayores a sus hijos como los que sí tendrían si se tratase de libros o películas”.
“Debemos hacer caso a las edades recomendadas, que para algo están”, subrayó.
Además, Álava resaltó que en el caso de juguetes tradicionales, estas recomendaciones “también resultan útiles”. Cuando los niños tienen tres años o menos, los juguetes que contienen piezas demasiado pequeñas “pueden ser peligrosos”. Otras veces, simplemente resultan demasiado complicados para edades tempranas, en cuyo caso los niños se aburrirán con ellos.
LOS JUGUETES DE SIEMPRE
La experta aconsejó además a los padres “no saturar” a sus hijos con demasiados regalos “porque no los van a valorar y, si nos pasamos, no les harán ni caso”.
Por ello, indicó que conviene pactar con los familiares qué regalar cada uno y si es preciso negociar con los hijos y explicarles que “los Reyes no pueden traer tantas cosas porque hay muchos niños a repartir”.
También abogó por completar los regalos de Navidad con material escolar (lápices, mochilas, rotuladores...) y con libros, “aunque no les guste especialmente leer”.
Álava defendió, asimismo, los juegos tradicionales como los puzles, las construcciones, las piezas de enganchar o los recortables, que fomentan la memoria, la coordinación oculomanual y la coordinación.
Igual que con los libros, siempre conviene adaptarnos a los gustos del niño (si le interesan los coches, le compraremos puzles de coches), “pero son una opción segura”.
Las marionetas mejoran la coordinación viso-manual en los niños más pequeños y en los que son algo mayores, desarrollan su capacidad simbólica.
A partir de los 6 años, los pequeños están perfectamente capacitados para empezar con los juegos de mesa, que les ayudarán a comprender y respetar reglas, a guardar su turno, a preparar estrategias y a pasar un buen rato en familia.
Estas pautas aparecen recogidas en el nuevo libro de Álava sobre qué regalar en navidades, donde desaconseja comprar los regalos en función del sexo, y sí de los intereses y de la edad de los receptores.

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