Exposición refleja la entrada de Barcelona en la modernidad a partir de 1914

  • La exposición, "Barcelona, zona neutral (1914-1918)", que podrá verse a partir de mañana en la Fundación Miró, refleja, a través de casi 500 piezas, entre ellas obras de Picasso, Picabia, Rodin o el propio Miró, la entrada de la capital catalana en la modernidad en los años convulsos de la Gran Guerra.

Barcelona, 23 oct.- La exposición, "Barcelona, zona neutral (1914-1918)", que podrá verse a partir de mañana en la Fundación Miró, refleja, a través de casi 500 piezas, entre ellas obras de Picasso, Picabia, Rodin o el propio Miró, la entrada de la capital catalana en la modernidad en los años convulsos de la Gran Guerra.

Los comisarios Fèlix Fanés y Joan M. Minguet defienden la tesis de que la neutralidad española durante la Primera Guerra Mundial supuso para Barcelona "una riqueza cultural y social", con la llegada a la ciudad de creadores que huían del conflicto como Picabia, Gleizes, Otho Lloyd, Arthur Carvan o la instalación temporal de Picasso en 1917.

Tampoco esconden que fue un momento en el que algunos de los artistas catalanes que se habían establecido en Francia como Sunyer, Gargallo o Togores volvieron y se iniciaron en la vanguardia.

De todo ello dan cuenta a lo largo de un exhaustivo recorrido, que ocupa nueve salas, y en el que también destacan pequeñas obras inéditas como unos dibujos que hicieron en el frente francés los catalanes Josep Clarà, Apa o Picarol, o unas fotografías de Josep Brangulí, que habían permanecido en una carpeta hasta ahora.

Fanés ha indicado que el impacto de la guerra, que ha tachado como la primera industrial y tecnológica, fue "muy evidente" y ha considerado que supuso un momento de "ruptura" y de que la ciudad "liquidara su siglo XIX para incorporarse al siglo XX".

Joan M. Minguet no ha obviado el reto que ha supuesto para ellos representar a la metrópolis en un período de más de cuatro años, no limitándose al mundo del arte, e intentando mostrar "una sociedad compleja, en la que la guerra agudizó algunas de las tensiones que ya había".

La exposición, con el patrocinio de la Fundación BBVA, empieza centrándose en la guerra con obras de Léger, Kubin o Steinem, un autor hoy pasado de moda pero que inspiró a Picasso, y también da preponderancia a la fotografía, con impresionantes imágenes de muertos y mutilados en los campos de batalla.

En este punto, Fanés ha recordado que la fotografía se convirtió en el gran instrumento de propaganda, junto con el cartel.

En "Modernidad y Vanguardia", los comisarios repasan la influencia de París en los pintores catalanes, impactados por autores como Cezanne, como queda constatado en los lienzos de Sunyer, quien, a la vez, influyó en Togores o Joan Miró.

"Burgueses y proletarios" es otro de los apartados de la exposición en el que se muestran las diferencias entre un grupo y otro -se exhibe un lujoso Hispano Suiza que contrasta con las instantáneas de niños y mujeres trabajando- y en una de las paredes se ha colocado una pequeña fotografía de Miró vestido de soldado.

La sala número cuatro sirve para explicar cómo la ciudad se dividió entre aliadófilos y germanófilos y descubre unos dibujos de Clarà en el frente francés, en los alrededores de Verdún, gracias a un viaje que un grupo de intelectuales catalanes realizaron a la zona.

El movimiento del Noucentismo también tiene su lugar en la muestra con obras de Nogués, Obiols y Espinal, que se exhiben junto a otras de Anglada Camarasa, postales de Raquel Meller, y compartiendo espacio en una vitrina con unas "picantes" novelas modernas.

En este recorrido por los años de la Gran Guerra se incide en que al suspenderse los salones de arte de París, se propone que se organicen en Barcelona, lo que lleva a preparar una exposición de Arte Francés, con unas 1.400 obras, de nombres consagrados como Pissarro, Rodin, Sisley o Denis.

La llegada de artistas exiliados ocupa otra de las salas con piezas de Albert Gleizes, Francis Picabia, Otho Lloyd o Delaunay, junto a fotografías inéditas de Brangulí del combate de boxeo entre el poeta anarquista Arthur Cravan y Jack Johnson el 23 de abril de 1916 en la Monumental.

La estancia temporal de Picasso en Barcelona en el año 1917 siguiendo a su prometida Olga Jlojova queda, asimismo anotada, en la sala número ocho, donde destaca el traje del prestidigitador chino que diseñó para el ballet Parade, que se ofreció en el Liceo.

La exposición, que podrá visitarse hasta el 15 de febrero de 2015, acaba con "Ocio, consumo y cultura de masas" y proyecta la primera película pacifista de humor del siglo XX, "Armas al hombro", de Charles Chaplin.

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