Gijón, 24 noc.- El director suizo Fernand Melgar ha lanzado una llamada de alerta sobre la "guerra sorda" que libra Europa contra los inmigrantes, en su documental "Vol special" que compite en la sección oficial del Festival Internacional de Cine de Gijón.
Elaborado durante ocho meses -seis de observación y dos de filmación- en uno de los 28 centros de detención de personas indocumentadas con procesos de expatriación que existen en Suiza, el filme muestra la vida de los presos pero también la de los carceleros.
Melgar ha presentado hoy su último trabajo en una rueda de prensa en la que se ha hablado más del fenómeno social y político de la inmigración que de cine.
El cineasta, que se ha forjado una reputación como documentalista con películas como "Classe d'Accueil", sobre inmigrantes jóvenes en Suiza, "Remue-ménage", retrato de un travesti, y "J", acerca del antisemitismo, ha dicho que en su último largometraje ha querido mostrar la cara oculta de su país.
Melgar ha dicho haberse quedado sorprendido de cómo en Ginebra, que está considerada por todo el mundo como la "capital de los derechos humanos", éstos son violados sistemáticamente cuando se trata de salvar la hegemonía cultural y económica de una Europa que "se está convirtiendo en una cárcel".
Por primera vez se ha podido filmar en el interior de uno de los 300 centros de detención de inmigrantes que existen en Europa y el director consiguió los permisos correspondientes porque se trata de "un centro modelo", en el que los métodos de tratamiento de reclusos son menos duros que en otros.
El sistema quería mostrar un lado humano en el tratamiento de los inmigrantes presos y por eso no puso ningún reparo para que se pudiera realizar el rodaje, ha explicado.
Durante seis meses, el director se dedicó a observar lo que ocurría en el interior del centro asistiendo todos los días "como si fuera un funcionario" y después se dedicó a rodar las escenas.
Allí entabló relación con algunos de los retenidos que luego fueron expatriados y con ellos está elaborando un nuevo documental para contar la segunda parte del drama.
Melgar ha denunciado que las autoridades suizas entregan a los Gobiernos de otros países los expedientes y la información que poseen sobre los inmigrantes que piden asilo político, "violando la propia convención de Ginebra sobre derechos humanos".
Uno de los repatriados fue "inmediatamente detenido" en su tierra, torturado durante meses y condenado por dar una mala imagen de su país en el extranjero por un tribunal que basó su sentencia en los informes de Ginebra sobre su petición de asilo político, ha narrado el cineasta.
El documentalista ha dicho además que muchos países de Europa están invirtiendo muchísimo dinero para financiar centros de detención fuera de sus fronteras, fundamentalmente en el continente africano, en un intento por frenar la ola de inmigración.
En esos centros son recluidas personas que aún no han emigrado de sus países de origen sólo por el hecho de tener la intención de hacerlo, lo cual es una "aberración jurídica y humana", ha afirmado. EFE
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