Figuras en plan de figuras, pero sin toros en Las Ventas

Madrid.- Por fin, llegaron hoy las figuras a la feria de San Isidro, pero fallaron los toros, y aunque fue buena, muy buena la actitud de los toreros, sin la otra parte no fue posible el espectáculo.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Garcigrande, cuarto y quinto con el hierro de Domingo Hernández, desiguales y algunos escasos de presencia, mansos y complicados a excepción del primero, que se dejó mucho por el derecho.

Julián López "El Juli": dos pinchazos y estocada baja (ovación tras aviso); y pinchazo, estocada y descabello (silencio).

Sebastián Castella: casi media y media baja (palmas tras aviso); y dos pinchazos, media y tres descabellos (silencio tras aviso).

Daniel Luque: estocada corta baja (silencio); y metisaca, casi media y descabello (silencio).

Sin destacados en las cuadrillas.

La plaza tuvo lleno de "no hay billetes" en tarde de nubes y claros, y con brisa progresivamente fría.

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CORRIDA ESCASA DE TODO

Se esperaba más de la tarde. Con las figuras, para ser exactos, se esperaba todo. Pero no pasó nada, y la decepción fue mayor. El problema un día más fueron los toros. Una corrida muy escasa de todo, que se movió poco y sin estilo, incluso algunos toros con "guasa".

Para confirmar la regla, el primero tomó los engaños con cierta alegría y buen son por el derecho, por donde "El Juli" se empleó con ciertas desigualdades. Las dos primeras tandas, en plan mecánico. Hasta decidirse a bajarle mano, arrastrando media muleta, y con despaciosidad. El toro muy enganchado, y el torero abandonado. Cosa fina, aunque por poco tiempo.

Al intentar por naturales, protestó el animal, que se descolocaba a la salida de los pases. Vuelta a derechas para mejorar, pero ya no fue lo mismo. Y de nuevo, no se entiende bien, a la otra mano, donde definitivamente bajó el tono de la faena. Por si fuera poco, se atascó también la espada.

"Juli" remató su tarde con una actuación muy seria y profesional en el cuarto, toro que más allá de su extrema sosería no valió un duro (expresión cuyo significado se mantiene a pesar del cambio de moneda, al menos en esto del toreo), y que precisamente por ello tuvo más exigencias. Esforzado y muy centrado el torero. Muy capaz, resuelto y con las ideas muy claras. Muy bien "El Juli" a pesar de los imponderables que había, o precisamente por ello.

También Castella sacó la raza que hay que mostrar en estos casos cuando hay detrás la responsabilidad de figura. Concretamente su primer trasteo fue un canto al valor, al dominio y a la ciencia torera. Con un toro flojo y descompuesto, al que había que esperar y consentir, primero para que no se cayera, y después para que, aún a regañadientes, tomara y siguiera los engaños.

Cites en corto muy emocionantes, pues no se dejaba el animal, defendiéndose y cada vez más "orientado". Un par de coladas y otros tantos desarmes. Gran amor propio el de Castella para aguantar ahí. Fue una pena la espada.

El quinto fue manso para variar, con muy mal estilo, que deambuló como alma en pena en muy pocas y espaciadas arrancadas, o ni eso, pues habría que advertir que resultaron ser medias arrancadas. Aburrido el toro, se aburrió el torero, y el público tampoco quiso saber más.

Luque lo intentó una vez más a la desesperada. Pero sin "material" apropiado. Su primero se caía llevándole por abajo, y no decía nada a media altura, además de sacar lo que en el argot se llama "peligro sordo", del que no transciende. El sexto "se metía" por los dos pitones. La postura del torero fue buena, pero sin nada que hacer.

Desde luego, se están luciendo los ganaderos esta feria.