Foster reconoce que la construcción de viviendas asequibles es un reto pendiente

  • Oviedo.- Uno de los "mayores retos" a los que deben enfrentarse los arquitectos es el de "cómo gestionar la vivienda a gran escala y a precios que se puedan permitir los ciudadanos", una cuestión que "aún no ha sido abordada de forma global", según ha asegurado hoy el arquitecto y urbanista británico Norman Foster.

Oviedo.- Uno de los "mayores retos" a los que deben enfrentarse los arquitectos es el de "cómo gestionar la vivienda a gran escala y a precios que se puedan permitir los ciudadanos", una cuestión que "aún no ha sido abordada de forma global", según ha asegurado hoy el arquitecto y urbanista británico Norman Foster.

Foster (Manchester, 1935) se encuentra hoy en Oviedo para recibir el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2009, galardón que le fue concedido por anticipar "con brillantez la única 'polis' posible en el siglo XXI, al servicio del desarrollo sostenible y de la libertad personal y social".

En una rueda de prensa celebrada en el Hotel de la Reconquista, Foster ha incidido también en la necesidad de conseguir "una arquitectura que trabaje con la naturaleza y en todo tipo de climas", y que sepa adaptarse a los materiales que tenga más cercanos.

En su opinión, éste es otro de los grandes retos que debe afrontar esta disciplina y al que él se ha acercado desde el proyecto "Masdar", una "ciudad ecológica" diseñada para levantarse en medio del desierto de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) que produciría cero emisiones de carbono y que se autoabastecería de energía limpia.

En cualquier caso, se ha mostrado convencido de que en el futuro las urbes seguirán el modelo europeo, el de ciudades "densas y compactas" de las que, según ha precisado, Oviedo "es un buen ejemplo".

Este tipo de urbes consumen menos energía y electricidad y generan menos emisiones como se aprecia en el hecho de que neoyorquino consume una sexta parte de la energía y una cuarta parte de la electricidad que otro ciudadano que viva en una zona rural de Estados Unidos.

"Las ciudades muy densas, con muy buena calidad de vida consumen, mucho menos energía y tierra", ha precisado Foster, que ha advertido de que a raíz de la crisis económica actual marcará también la transición hacia edificios más eficientes.

Ésta es una de las facetas que caracterizan al Reichstag alemán, edificio que restauró en la década de los noventa y que, aunque no lo considera su obra predilecta -"elegir una sería como responder a cuál es tu hijo favorito"-, sí que lo destaca como un "trabajo poco común" por cuestiones vinculadas a la historia y al símbolo de una ciudad como Berlín, que este año ha sido galardonada también con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.

Sir Norman Foster, que dirige un equipo formado por más de mil profesionales, con oficinas de proyectos en más de 20 países, ha asegurado que el Premio que hoy recibirá de manos del Príncipe Felipe supone un "reconocimiento a la aportación de todas las partes que intervienen en sus proyectos".

Considerado como el "arquitecto de la era global", Foster ha destacado la importancia que en sus trabajos tiene la colaboración con los expertos locales y la atracción de jóvenes talentos.

De hecho, la edad media de su equipo no supera los 32 años, la misma que había cuando él fundó en 1967 en Londres "Foster Associated", estudio que ha llevado a cabo obras como el metro de Bilbao, la torre de comunicaciones de Collserola en Barcelona, la torre Suiss Re de Londres o el puente más alto del mundo, que se eleva 243 metros sobre río Tarn, en Francia.

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