Fuente Carreteros recuerda la matanza de Herodes con la "Danza de los Locos"

  • Fuente Carreteros (Córdoba).- La "Danza de los Locos" es la tradición popular con la que la entidad local autónoma de Fuente Carreteros, dependiente de Fuente Palmera (Córdoba), recuerda, cada 28 de diciembre, la matanza de recién nacidos ordenada por Herodes en Belén.

Fuente Carreteros recuerda la matanza de Herodes con la "Danza de los Locos"
Fuente Carreteros recuerda la matanza de Herodes con la "Danza de los Locos"

Fuente Carreteros (Córdoba).- La "Danza de los Locos" es la tradición popular con la que la entidad local autónoma de Fuente Carreteros, dependiente de Fuente Palmera (Córdoba), recuerda, cada 28 de diciembre, la matanza de recién nacidos ordenada por Herodes en Belén.

Los orígenes de este baile, que se remonta al siglo XVIII, no son claros, ya que unas corrientes de investigación apuntan que la danza fue traída por los primeros colonos de sus tierras de origen centroeuropeo, mientras que otra hipótesis baraja la posibilidad de que el baile sea autóctono.

Tampoco está claro el motivo del baile, ya que mientras los más antiguos del lugar señalan que se celebra para conmemorar el Día de los Inocentes y la matanza de Herodes, algunos investigadores apuestan por asemejarlo con la festividad de San Nicolás, en Centroeuropa, donde el personaje del santo recorre diversos lugares acompañado de forma muy parecida a "los locos" de Fuente Carreteros.

José Manuel Pedrosa, vecino de Fuente Carreteros que participa en esta tradición desde 1982, defiende la procedencia centroeuropea de este baile, que estuvo a punto de perderse en la década de los 60, pero logró recuperarse nuevamente con la colaboración de los más ancianos del lugar.

En el espectáculo, reconocido desde el año 2000 como Fiesta de Interés Turístico de Andalucía, participan un total de dieciséis personas, entre los que se encuentran los músicos y el "grupo de locos", seis jóvenes de la localidad que rotan y se chocan unos con otros mientras hacen sonar las castañuelas de las que penden unas largas cintas de colores.

En declaraciones a Efe, Pedrosa ha explicado que, al parecer, el objetivo de estos jóvenes danzantes era el de proteger de Herodes a la "loquilla", representado por un niño pequeño que da vueltas alrededor del grupo, para evitar que fuera sacrificado.

Los bailarines -todos hombres- van vestidos de mujer con faldas blancas bordadas, fajín azul, bandas rojas cruzadas sobre el pecho y un pañuelo estampado a la cabeza, para interpretar el papel de madres, mientras que el danzante más joven hace de "loquilla", que es el personaje que simboliza la figura de Jesucristo.

El resto de participantes son músicos, que tocan instrumentos tan variados como la carrasquiña -fabricado con cañas- o la pandereta, y escopeteros, que disparan sus escopetas para indicar el principio y el fin del baile.

Tras esta danza tiene lugar, en la misma plaza, el Baile del Oso que consiste en la exhibición de una persona disfrazada de este animal y su domador.

Según la tradición, el oso viene a llevarse los malos augurios y las maldiciones, de manera que haya buena suerte para las cosechas posteriores y para todo el pueblo.

Los orígenes de ambas danzas se remontan a 1767, cuando los pueblos tirolenses y germanos llegaron a la colonia de Fuente Palmera, durante la colonización promovida por Carlos III en esta zona de la provincia. EFE

cst/ja/jmi

Mostrar comentarios