Gallo se lesiona y los dos sobresalientes caen heridos en la encerrona de Guijuelo

Guijuelo (Salamanca).- El diestro Eduardo Gallo cayó lesionado en su encerrona con seis toros en solitario, hoy, en la localidad salmantina de Guijuelo, dejando el festejo en un mano a mano entre los sobresalientes Salvador Ruano y Enrique Martínez "Chapurra", que a la postre resultaron también heridos, el primero de ellos de gravedad.

Se lidiaron seis toros de las siguientes ganaderías por orden de salida: Puerto de San Lorenzo, Vellosino, Montalvo, Valdefresno, Domingo Hernández y Sepúlveda. Corrida desigualmente presentada y manejable.

Eduardo Gallo, silencio en el único que mató.

Salvador Ruano, una oreja en el que mató por Gallo, una oreja y herido.

Enrique Martínez "Chapurra", silencio, silencio y silencio en el que mató por Ruano.

Parte médico de Eduardo Gallo: "Traumatismo del pie derecho que produce luxación de la articulación metatarsofalángica en el primer dedo. Tras aplicarle una infiltración anestésica y posterior inmovilización mediante una férula, se le traslada al hospital Virgen de la Vega de Salamanca para estudio radiológico. Pronóstico grave".

Parte médico de Salvador Ruano: "Cornada en la cara interna del muslo derecho, que secciona la vena safena interna, provocando desgarros en los músculos aproximadores, con orificio de entrada de quince centímetros y con un trayectoria descendente de veinte. Pronóstico grave. Trasladado al hospital Virgen de la Vega de Salamanca".

Parte médico de "Chapurra": "Puntazo corrido en la zona escrotal y varias contusiones, de pronóstico leve".

La plaza tuvo tres cuartos de entrada en tarde fresca.

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Eduardo Gallo, que nada pudo hacer con el flojo y desrazado primero, se lesionó de forma fortuita nada más abrirse de capa con el segundo, que "se coló" por el pitón derecho, y obligó a Gallo a "tomar el olivo", cayendo al callejón de mala manera y lesionándose en ese momento el pie.

Salvador Ruano se hizo cargo de ese segundo toro al que toreó con más voluntad que acierto, y al que cortó una oreja. Con el cuarto volvió a mostrarse afanoso en una labor que contó con la benevolencia del tendido y que fue premiada con otro trofeo.

En el sexto, sin embargo, vino la cornada. Ruano resultó prendido al tratar de levantarse después de recibir a su oponente con una larga de rodillas en el tercio, momento en el que el toro se volvió en un palmo, "cazándole" de forma certera en el muslo derecho.

"El Chapurra" apenas dejó algún detallito suelto, pero sin unidad y sin llegar a estructurar faena en los tres intentos que dispuso. Además, al entrar a matar al último resultó prendido, sufriendo un puntazo en la zona escrotal y varios varetazos.