Gary Fernández: de España al resto del mundo

  • La calle, el movimiento, la música, el campo y las fotografías hechas sin pensárselo mucho en un día normal es lo que le inspira. Entrevista a Gary Fernández, joven ilustrador madrileño especializado en sacar a la luz la belleza escondida en las cosas más pequeñas.
Ilustración de Gary Fernández
Ilustración de Gary Fernández
Gary Fernández
Alessia Cisternino

Todo empezó en España, trabajando en el equipo de diseño de una famosa revista de moda. Luego llegaron clientes cuyos nombre truenan en cualquier sitio del mundo – Coca Cola, Nokia, MTV, Volkswagen, Lucky Strike, sólo por nombrar a algunos – y también llegaron los libros, una exitosa marca de camisetas, las exposiciones individuales, los viajes y las estancias en el Norte y en Suramérica. ¿Cómo le ha dado tiempo a Gary Fernández, con tan sólo 30 años, a dar la vuelta al mundo y a volver a Madrid con muchísimas ganas de seguir dando guerra? Hemos ido a preguntárselo directamente a él, para evitar que esto se convierta en uno más de los miles misterios que animan sus magníficas ilustraciones.

Has trabajado para clientes como Zune Originals, agencias de publicidad como McCann Erickson NYC, DDB Chicago, has publicado en revistas como Sunday Times UK. ¿Qué pasa con España?

También vienen muchas cosas de España. Quizá cada día más selectas, pero sí que tengo clientes españoles. Afortunadamente vienen cosas de diversas partes, lo que hace todo más fácil y emocionante.

Para la prestigiosa revista de diseño gráfico inglesa Computer Arts, eres una de las cabezas visibles de la "nueva psicodelia". ¿Qué significa exactamente? ¿Te sientes cómodo con esta definición?

Sí que me siento cómodo dentro de esa "categoría". También veo vínculos entre mi trabajo y la era psicodélica y siento que parte de las mismas raíces e intereses. Pero por otro lado no me gusta estar dentro de una clasificación puesto que limita tu trabajo una barbaridad. Me apetece continuar evolucionando e investigando sin ninguna atadura. De cualquier modo, supongo que esos vínculos son muy naturales y siempre estarán allí.

¿Cómo definirías tú tu trabajo?

Ahora mismo, figurativo, simbólico, erótico y colorista.

Mujeres estilizadas flotando en un mundo imaginario, motivos florales en escala de grises, animales fusionados con instrumentos musicales. Tus ilustraciones tienen cierto aire onírico. ¿Es así?

Sí el trabajo final resulta onírico. Parto de una idea muy clara de la realidad, de fotografías que saco con mi teléfono o que encuentro por ahí, de momentos que considero interesantes. De imágenes muy rutinarias, de lo que veo en la calle todos los días. Pero no pretendo retratar la realidad sino transformarla, deformarla un poco. Y es donde todo se eleva a un plano que tiene más que ver con los sueños. Por otro lado estoy muy interesado en la parte más estética y por ello utilizo elementos muy decorativos como los motivos florales, por ejemplo.

¿Cómo sueles trabajar?

Trabajo en papel mis elementos y composiciones base y luego digitalmente trato todas las imágenes y las coloreo. Respecto a los tiempos de trabajo, hay veces que me siento más creativo a las seis de la mañana y comienzo a esa hora, y otros días, pasa todo el día sin salir nada hasta muy entrada la noche. Lo peores momentos sí que los tengo claros: 12 de la mañana y 4 de la tarde.

Has expuesto tu trabajo en Shangai el año pasado y ahora acabas de inaugurar otra exposición individual en Marsella. ¿Qué acogida ha tenido tu trabajo en dos ciudades tan diferentes como éstas?

En ambas ciudades la experiencia ha sido formidable. Es siempre fantástico poder mostrar nuevo trabajo y ver la reacción del público de una manera tan directa como la noche de inauguración, así como recibir comentarios e intercambiar palabras con gente que te sigue y que valora y analiza lo que haces. Creo que es la mejor parte de todo esto.

En Shangai trabajé grandes formatos y cajas de luz. Gustó mucho y fue todo un reto a nivel técnico para mí. Además di un par de charlas – una de ella en el Instituto Cervantes con sede en el consulado de España en Shangai – y un workshop para estudiantes chinos. Una gran experiencia.

En Marsella, presenté 10 nuevos trabajos de los 23 que hay en exposición. Entre ellos mi primer trabajo de animación en 3D a modo de background que acompañaba la música. La inauguración fue hace dos semanas y allí recogí muy buenos comentarios. La sala estaba llena y mitad de la calle frente a la galería cortada por la cantidad de gente que había. ¡Los chicos de la Seize Galerie hicieron un buen trabajo de promoción!

También has viajado mucho y has estado viviendo en Canadá. ¿Qué diferencias notas entre todos estos países y España desde el punto de vista del diseño gráfico?

Día a día, me voy dando cuenta que más bien llama positivamente la atención encontrarte con una ciudad con una buena puesta en escena a nivel gráfico, creativo y con conceptos novedosos. No hay muchas. Hasta hace unos pocos días no tuve oportunidad de salir con tiempo y ver cómo se está transformando Madrid en una ciudad verdaderamente interesante (sobre todo el barrio de Malasaña, donde se están abriendo multitud de locales con muy buenos conceptos). No estoy hablando sólo de cartelería, sino de conceptos creativos globales, interiores y actividad cultural.

¿En qué estás trabajando en este momento?

Tengo varias cosas sobre la mesa últimamente. Entre ellas estoy trabajando en una propuesta para una campaña de una marca de moda española, un proyecto mega top secret de un nuevo producto en Estados Unidos y negociando algo que saldrá a fines de este año para una cadena de tiendas de moda en Gran Bretaña. ¡Como ves todo todavía inmencionable!

¿Y cuáles son tus proyectos futuros?

De nuevo mudanza transoceánica, nueva colección de 'VelvetBanana' su marca de camisetas – espero que en breve – ¡y algunas otras cosas que si cuento no se cumple el deseo!

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