George Orwell, en la cuerda floja entre el periodismo y la literatura

  • Sesenta años después de su muerte se cuestiona la objetividad del escritor
En 2010 se cumplieron 60 años de la muerte del escritor George Orwell
En 2010 se cumplieron 60 años de la muerte del escritor George Orwell
lainformacion.com
Elena Cabrera

George Orwelldijo que los escritores se mueven por cuatro motivaciones: el egoismo agudo, el entusiasmo estético, el impulso histórico y el propósito político. El autor de 1984 y Rebelión el la granja consideraba que en su obra pesaban más los tres primeros motivos que el cuarto. Pero, a pesar de eso, admitía que "cada línea seria" que escribió después de 1936 fue "directa o indirectamente contra el totalitarismo y a favor del socialismo democrático" y añadía que le parecía una "tontería" que en el periodo de los auges fascistas en España, Italia y Alemania alguien pudiera "evitar escribir sobre esos temas".

Como escritor y periodista, su intención confesa fue la de "convertir los escritos políticos en un arte". Escribió nueve novelas y una gran cantidad de ensayos, artículos, columnas y crónicas para periódicos como el Observer, Tribune y Manchester Evening News. Orwell criticó ambas profesiones cuando dijo que "los escritores serios suelen ser más vanos y egoístas que los periodistas, aunque menos interesados por el dinero".

En 1936 George Orwell -en realidad un pseudónimo de Eric Arthur Blair, nacido en la India Británica en 1903- desembarcó en Barcelona y se alistó al partido trotskista POUM como miliciano. Estuvo en diversos frentes hasta que recibió un tiro en el cuello que le obligó a regresar a Barcelona creyendo que no recuperaría la voz, tal y como narra en su libro Homenaje a Cataluña.

En su momento, un crítico reprendió a Orwell sobre ese libro: "¿Por qué ha metido usted todo eso? Ha convertido lo que podía haber sido un buen libro en periodismo", le dijo. "Lo que decía era verdad, pero tuve que hacerlo", escribió George Orwell. "Yo sabía que muy poca gente en Inglaterra había podido enterarse de que hombres inocentes estaban siendo falsamente acusados. Y si esto no me hubiera irritado, nunca habría escrito el libro". Además, aclaraba que aunque Homenaje a Cataluña era un libro "decididamente político", estaba escrito "con cierta atención a la forma y bastante objetividad".

La segunda parte del libro se centra en el conflicto sufrido en la retaguardia republicana entre el POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) y las fuerzas agrupadas en el Frente Popular . Y es ahí cuando Orwell se perfila anticomunista y, en sus escritos, se declara en contra del totalitarismo, y eso engloba, para él, tanto el fascismo como el comunismo.


Objetividad en cuestión

La Fundación Andreu Nin, histórico marxista revolucionario y fundador del POUM, es la heredera del legado del POUM y recoge una cantidad importante de ensayos sobre la obra del escritor en lo que sus críticos llaman "órbita orwelliana". "Orwell fue trotskista -escribía Eduardo Haro Teclen en 2004-, vio los desmanes contra los suyos en la guerra de España y luego entregó listas de comunistas clandestinos a Estados Unidos. Su paradoja es que su denuncia del comunismo, 1984, se ha convertido en la del conservadurismo: Bush es el Gran Hermano".

Debido a su declarado rechazo a la política de la URSS y la interpretación de la Guerra Civil en la que culpaba del fracaso de la resistencia a los comunistas, el denominado pensamiento orwelliano se extendió con éxito durante la Guerra Fría sin que fuera apenas cuestionado. En cambio, numerosos ensayos analizan o cuestionan, y convienen revisar ahora que se cumplen 60 años de su muerte (falleció el 21 de enero de 1950 a causa de una tuberculosis), el izquierdismo y la objetividad que él declaro sobre su obra.

Ya en 1985 el discípulo de Marshall McLuhan Neil Postman, tuvo claro que entre la distopía que Orwell escribió en 1984 y la de Aldous Huxley en Un mundo feliz, el mundo le había dado la razón a Huxley pues los gobiernos totalitaristas no han acabado controlándonos mediante el dolor sino que nos han paralizado mediante el placer. (Ver aquí la versión ilustrada y abreviada del libro Amusing ourselves to death).

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