Guatemaltecos llevan comida y licores a sus muertos en el Día de los Difuntos

  • Miles de guatemaltecos abarrotaron hoy los más de 500 cementerios del país para llevar comida y licores a sus seres queridos que yacen en las tumbas y conmemorar de esa forma las centenarias tradiciones del Día de los Santos y mañana el Día de los Difuntos.

Guatemala, 1 nov.- Miles de guatemaltecos abarrotaron hoy los más de 500 cementerios del país para llevar comida y licores a sus seres queridos que yacen en las tumbas y conmemorar de esa forma las centenarias tradiciones del Día de los Santos y mañana el Día de los Difuntos.

"Esto lo hacemos todos los años: preparamos el fiambre y nos venimos a compartir con nuestros abuelos y papás que se nos adelantaron en el camino. Es el único día que se junta toda la familia, y lo haces aquí, en el cementerio", cuenta a Efe Justa Barrios, una mujer de 67 años.

Barrios llegó al Cementerio General, el camposanto más grande de Guatemala, acompañada de sus dos hijas y cuatro nietas, para sentarse frente a la cripta donde se encuentran enterrados doce de sus familiares, a esperar que el resto de la familia cumpla con el compromiso anual de compartir con sus muertos.

Las nietas de Justa, algunas de 15 a 19 años, cargan sendos recipientes plásticos en donde llevan el "fiambre", la comida típica de la fecha, elaborada con verduras y carnes frías, la cual compartirán con el resto de la familia en honor a los que ya no están.

"Mi tío Raúl es el encargado de traer los traguitos (licores), para brindar con los abuelos", explica a Efe Nancy, una de las nietas de Justa.

La escena de la familia Barrios se repite a cada paso en los cementerios del país, con ligeras diferencias, pero todos con el objetivo de recordar a sus muertos y adornar con flores y coronas multicolores las tumbas donde estos yacen.

Muchos de los visitantes llegan acompañados de grupos musicales que, por un módico precio, interpretan las canciones favoritas de los difuntos, "para complacerlos en el más allá".

En las comunidades indígenas en Sumpango y Santiago Sacatepéquez, en el oeste del país, la tradición se complementa con la elevación de barriletes gigantes por medio de los cuales se busca enviar mensajes a los difuntos.

Los barriletes, similares a los papalotes de papel y plástico conocidos en varios países de América Latina, son verdaderas obras de arte en las que los pobladores de esos sitios plasman sentimientos y deseos de paz, seguridad y tranquilidad.

La celebración del Día de los Santos y de los Difuntos, instaurada en América por los conquistadores españoles, se ha fusionado en Guatemala con prácticas religiosas y espirituales ancestrales de los indígenas mayas.

La conmemoración, que conlleva un asueto nacional, además de fomentar las tradiciones, también sirve para que miles de personas dedicadas a la economía informal puedan obtener algunos ingresos extras por medio de la venta de flores, comidas y artesanías, entre otros productos.

"No tenemos una cifra exacta, pero es evidente que son cientos las personas que aprovechan las fecha: los que pintan los panteones, los que cuidan los automóviles, los que llevan el agua, los que venden flores y comida", explicó a Efe uno de los funcionarios de la administración del Cementerio General.

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