"Güeros" seduce en Tribeca con su retrato de una generación de mexicanos

  • Triunfador en la Berlinale, el debutante Alonso Ruizpalacios seduce ahora en el Festival de Cine de Tribeca con su "road movie""Güeros", un agridulce retrato de una generación de mexicanos y de las distintas caras de la capital del país.

Mario Villar

Nueva York, 18 abr.- Triunfador en la Berlinale, el debutante Alonso Ruizpalacios seduce ahora en el Festival de Cine de Tribeca con su "road movie""Güeros", un agridulce retrato de una generación de mexicanos y de las distintas caras de la capital del país.

El filme, rodado en blanco y negro y en formato 4:3 en un abierto guiño a la "Nouvelle Vague", ofrece una refrescante mirada sobre México y los esfuerzos de la juventud por encontrar su lugar en el mundo.

Con la huelga universitaria de 1999 como telón de fondo, Ruizpalacios construye un efectivo relato sobre la amistad y las dudas de una generación de jóvenes, con la Ciudad de México como hilo conductor.

Según el director, la película se centra en la "estaticidad y el movimiento", un conflicto personificado en los jóvenes "Sombra" (Tenoch Huerta) y Santos (Leonardo Ortizgris), que viven ajenos a las protestas estudiantiles, encerrados en su piso sin electricidad hasta que el hermano adolescente del primero, Tomás (Sebastián Aguirre) llega a la ciudad para pasar un tiempo con ellos.

Empujados por distintas circunstancias, los tres abandonan esa vida apática y desganada para emprender un viaje a lo largo de la interminable Ciudad de México en busca de una leyenda del rock nacional, Epigmenio Cruz, el imaginario cantante que "hizo llorar a Bob Dylan" y que agoniza en el más absoluto anonimato.

"Empecé a escribir la película hace diez años, cuando estaba regresando de estudiar y desempleado. (...) De alguna forma hay algo que habla de mi generación, de este sentimiento de no pertenecer y de la búsqueda por pertenecer", explicó Ruizpalacios a Efe con motivo del estreno de "Güeros" en Tribeca.

El director, nacido en 1978, ve similitudes entre aquellos jóvenes mexicanos y la situación que se vive ahora en países como España, donde hay una especie de "estancamiento de la juventud".

La huelga estudiantil que sacudió México a finales de los 90 "marcó mucho" y "dividió" a toda una generación, según reconoció Ruizpalacios durante la presentación de la película en Nueva York.

El director, sin embargo, evita en todo momento tomar partido a favor o en contra de las protestas y en su lugar opta por dar voz a aquellos que se quedaron en sus márgenes.

La otra gran protagonista del filme es la propia capital mexicana, retratada desde multitud de ángulos y prismas sorprendentes.

"Filmamos en muchos lugares de la ciudad en los que no se suele filmar y tratamos de plasmar la complejidad de la Ciudad de México", indicó el cineasta a Efe.

Para Ruizpalacios, enseñar otras caras del D.F. era también uno de los objetivos de la película y quizás uno de los más satisfactorios a la hora de presentarla por el mundo.

"Me interesaba mucho", asegura el director, que cree que la gente que acude a las salas y "recorre este viaje" ve la ciudad "de otra forma".

"Güeros", que se estrena en Norteamérica dentro de la sección oficial de Tribeca, cruza de vuelta el Atlántico tras llevarse en el Festival de Berlín el premio a la mejor ópera prima.

El filme mexicano cautivó al público berlinés e hizo lo propio con el neoyorquino en su primer pase, que se cerró con una rotunda ovación.

Ruizpalacios reconoció en la charla posterior con los espectadores que "Güeros" es prácticamente una película que llevaba preparando toda su vida, con un fuerte componente autobiográfico, y en la que muchos de los planos se gestaban desde hacía tiempo en su cabeza.

Sin embargo, el filme también deja espacio a la improvisación del joven reparto y a surrealistas retazos de la realidad mexicana, casi con aires de documental, todo salpicado de multitud de referencias cinematográficas.

Los homenajes en la película recuerdan desde la época dorada del cine mexicano a través de la música, a la estética de la nueva ola francesa e incluso, durante su apertura, a la serie "The Simpsons", tal y como reconoció entre risas el propio Ruizpalacios al público de Tribeca.

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