Guillermo Galván relata la epopeya de Leovigildo en su nueva novela

  • Madrid.- La nueva novela del escritor y valenciano Guillermo Galván, "Sombras de mariposa", recorre la historia del mundo visigodo de finales del siglo VI, relatando la epopeya de Leovigildo y cómo el ser humano "se mueve por intereses, apelando a instancias divinas para justificarse".

Guillermo Galván relata la epopeya de Leovigildo en su nueva novela
Guillermo Galván relata la epopeya de Leovigildo en su nueva novela

Madrid.- La nueva novela del escritor y valenciano Guillermo Galván, "Sombras de mariposa", recorre la historia del mundo visigodo de finales del siglo VI, relatando la epopeya de Leovigildo y cómo el ser humano "se mueve por intereses, apelando a instancias divinas para justificarse".

En el año 572, un niño, Wilya, es acogido en la corte de su tío, el rey Leovigildo y, a su pesar, tendrá que participar en los turbulentos acontecimientos del reino: la rebelión de Hermenegildo, hijo del rey, que se convierte al catolicismo, las campañas militares contra vascones, suevos y francos y la sucesión de Recaredo.

"No pretendía transmitir heroicismo, sino buscar lo humano en la novela, que interpreta los hechos desde el punto de vista arriano, una cultura mucho más abierta y tolerante de lo que lo era la católica y, sobre todo, con menos ambiciones de proselitismo" ha remarcado a Efe Galván.

Un punto de intriga recorre la trama ficticia de esta novela y le da nombre, son las sombras de esa mariposa que Wylma persigue siendo niño y que le llevan a caerse a un pozo y quedarse tullido.

Estas sombras le acompañarán en sus pesadillas y será sólo al final cuando el lector "comprenderá" el porqué del título de la novela, asegura Galván.

Aunque la trama de "Sombras de mariposa" (La Esfera de los Libros) es ficticia, está insertada en hechos históricos reales de los que el autor se ha documentado durante diez años a través de cronistas de la época.

"El interés por los visigodos me viene de la infancia cuando me contaron la terrible historia de cómo Leovigildo manda matar a su hijo. Ahora me sorprende la cantidad de tópicos y mentiras que nos han contado sobre la historia visigoda de este periodo" dice Galván.

Por eso uno de los objetivos de la novela era desmitificar la figura de Leovigildo como "padre cruel" que mata a Hermenegildo.

"Leovigildo se enfrentó a la costumbre visigoda de cortarle una o dos manos a los tiranos, calvarles (cortarles el cuero cabelludo) y obligarlos a ingresar en un convento para no poder volver a aspirar a ser reyes", señala Galván.

Para el autor, Leovigildo se "apiadó" de su hijo y le puso como único castigo el destierro, que éste incumplió y "por eso acabó muerto".

Galván desmitifica también la imagen de mártir de Hermenegildo, que es visto por los historiadores actuales más como un hombre ambicioso que religioso.

"La concesión de mártir se la otorgó el papado a instancias de Felipe II, porque el cristianismo necesitaba imágenes de mártires para luchar contra la protesta luterana", asegura el escritor.

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