Guy Delisle, el etnólogo más perplejo y certero de la novela gráfica actual

  • Sergio Andreu.

Sergio Andreu.

Barcelona, 14 abr.- La perplejidad que el canadiense Guy Delisle refleja en sus cómics, donde él mismo se retrata como un personaje observador de ciudades y países extraños, con una mirada que nunca juzga, han hecho de títulos como "Crónicas birmanas", "Pyongyang" o "Shenzhen" un hito de la nueva narrativa gráfica.

Puede que Delisle, invitado estos días en el Salón de Cómic de Barcelona, no haya creado un género, pero lo ha depurado hasta tal extremo que las viñetas llenas de paseos silenciosos por las calles de ciudades "complicadas" de Asia y Oriente Medio donde ha vivido por diversos motivos enganchan al lector por su capacidad para integrar cada detalle en la comprensión de ese cuadro viviente.

"No sé por qué gustan tanto; escribo y dibujo como si lo hiciera para mi familia y mis amigos", explica a Efe en una entrevista este creador cuya obra maestra "Pyongyang" (2003) sobre los meses que pasó expatriado en la hermética capital de Corea del Norte vuelve a estar de actualidad por las amenazas nucleares del joven dictador Kim Jong Un.

"Aquel libro lleva diez años publicado, pero a pesar del nuevo líder creo que no debe haber cambiado nada", comenta Delisle que se define como "etnólogo más que reportero" y que recalca que después de aquella experiencia en la que se encargó de supervisar unos trabajos de animación de su empresa en Pyongyang, no ha vuelto a ir.

Tampoco se le ve con muchas ganas de pisar de nuevo aquel país orwelliano, donde debía ir siempre acompañado, rendir homenajes florales al "gran líder" y no parar de preguntarse si los coreanos se creían realmente "la machacona propaganda que querían hacerles tragar".

"Cuando llegué a Corea del Norte tenía la información de que era un pueblo que resiste, pero cuando llegué vi que era un pueblo en la miseria que no resistía, que sobrevivía", explica Delisle, que sabe imprimir a sus obras una humor irónico que amortigua sin frivolizar.

"Pyongyang son 200 paginas de cosas increíbles, todo era una locura, y lo más increíble es que no sabían nada del exterior, están encerrados en sí mismos. Si alguna vez el régimen se acaba abriendo la adaptación de los cerebros de los coreanos del norte a la vida moderna será muy difícil porque ellos viven en otro mundo, tendrá que ser adaptación progresiva muy poco a poco", dice.

Habrá que ver lo que el director estadounidense Gore Verbinski, realizador de "Piratas del mar Caribe" hace con esta increíble novela gráfica en la adaptación cinematográfica que quiere sacar adelante.

Sobre la escalada de amenazas nucleares de Kim Jong Un, Delisle asegura que el régimen comunista "va de farol" con la intención de amedrentar a sus países vecinos y a las potencias para poder sacar mayores réditos en una futura negociación.

"Soy curioso, pero no me siento periodista, no soy un reportero, sino un hombre ordinario que llega a un lugar e intenta comprender", un planteamiento que le aleja de autores como el norteamericano Joe Sacco, el documentado autor de sesudos y vibrantes reportajes en viñetas sobre los efectos de las guerras.

"Voy a lugares sin conocerlos, por ejemplo tomé notas en Vietnam y Etiopía y luego cuando volví a casa vi que no interesaba hacer un libro y no lo hice, estoy más abierto y menos condicionado que un periodista", comenta el autor, conocedor de que el cómic ofrece un lenguaje muy didáctico para llegar al gran público.

Delisle, que ha aprovechado el trabajo de su mujer en Médicos sin Fronteras para viajar con ella y conocer países -como en "Crónicas Birmanas" (2008)- afirma ser una persona perpleja que funciona siempre con un montón de dudas frente a la realidad.

Normalmente toma notas y esbozos al natural en un pequeño cuaderno -no fue así el caso de Corea- y cuando regresa a casa se las lee y las traduce a sus dibujos.

Comenta que las historias que surgen en la comunidad de expatriados que viven en la órbita de las embajadas y oeneges, sus actos sociales y sus fiestas -una fauna que se deja ver en "Crónicas birmanas"- daría para hacer un libro.

Su último viaje "Crónica de Jerusalén", recibió el gran premio al mejor álbum en el salón de cómic de Angulema.

De momento, y hasta que sus hijos crezcan parece que se va a dar un tiempo y ha acordado con su mujer no hacer más estancias largas en países lejanos para poder estar más pendiente de sus dos hijos pequeños.

Las obras de Delisle las ha publicado en España la editorial Astiberri, también la última, "Guía del mal padre" una demostración del giro que el canadiense quiere dar a su obra, en la que mantiene el tono biográfico aunque ahora en el ámbito doméstico: como padre irresponsable, egoísta y capaz de subvertir el imaginario infantil de sus hijos con historias terroríficas y consejos surrealistas.

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