Isabel Bayón, espléndida y flamenquísima en 'La horma de sus zapatos'

  • Sevilla.- Un escenario vacío y el magnetismo de su baile desnudo. No le ha hecho falta nada más a Isabel Bayón para cautivar a un público que ha aplaudido unánimemente 'En la horma de sus zapatos', el nuevo espectáculo de la bailaora sevillana.

Isabel Bayón, espléndida y flamenquísima en 'La horma de sus zapatos'
Isabel Bayón, espléndida y flamenquísima en 'La horma de sus zapatos'

Sevilla.- Un escenario vacío y el magnetismo de su baile desnudo. No le ha hecho falta nada más a Isabel Bayón para cautivar a un público que ha aplaudido unánimemente 'En la horma de sus zapatos', el nuevo espectáculo de la bailaora sevillana.

La Bienal de Flamenco de Sevilla ha dado cobijo al estreno absoluto de un montaje en el que la artista ha convencido al auditorio con un baile esencialmente flamenco, sin aditivos ni apoyaturas escénicas de ningún tipo, y en el que ha mostrado la cara más amable del flamenco, con la interpretación de sus palos más alegres y festeros.

Con el único hilo conductor de su baile, Isabel Bayón ha comenzado el espectáculo calzándose los zapatos de tres coreógrafos diferentes, con los que ha querido explorar nuevos territorios creativos.

Así las cosas, el montaje ha dado comienzo con la misma sobriedad con la que ha terminado: el escenario vacío, en negro, e Isabel Bayón, de riguroso e inmaculado blanco, aunque, eso sí, desdoblándose en una bailaora más contemporánea gracias a la coreografía de Florencio Campo.

Como hilo conductor han servido los versos de Miguel Hernández "por tu pie / la blancura más bailable", que han ido jalonando las diferentes coreografías. Isabel Bayón, por su parte, ha escenificado las transiciones de una a otra con un sutil y estético cambio de zapatos.

Con la excepción de la primera pieza, de carácter más híbrido, la bailaora se ha introducido en los terrenos puramente flamencos ya en la segunda pieza, una guajira coreografiada por Fernando Romero, donde se ha mostrado sensual y preciosa y ha arrancado los primeros olés del público.

El tercer "experimento" ha sido obra del joven Rubén Olmo, que la ha vestido de corto y la ha hecho moverse en el escenario como una "Alicia en el país de las maravillas" a medio camino entre el flamenco y la danza clásica.

Pero cuando el espectáculo ha alcanzado su clímax ha sido en una segunda parte en la que, más Isabel Bayón que nunca, la artista ha dejado a un lado a creadores ajenos para dar rienda suelta a su baile, el aprendido de los mejores maestros que ha dado el flamenco en las últimas décadas.

A través de unas antiguas grabaciones, se han podido escuchar precisamente sobre el escenario las voces de algunos de ellos, como el bailaor granadino Mario Maya, el cantaor gaditano Chano Lobato y la maestra sevillana Matilde Coral, presente en el patio de butacas, que no ha parado de jalearla y lanzarle 'olés' durante toda la función.

Flamenquísima y gitanísima, Isabel Bayón ha dedicado a sus maestros unos tangos de Triana, que le ha cantado el joven David Lagos. Luego se ha deleitado con un garrotín -otro de los momentos con más gracia bailaora de la noche- y ha rematado con unas serranas, con una Bayón cautivadora vestida de rondeña.

'En la horma de sus zapatos' ha encarado su recta final con la bailaora vestida con bata de cola, majestuosa sobre el escenario en el baile por cantiñas, con los cantaores aludiendo constantemente en sus letras a Mario Maya y Matilde Coral.

En un momento, el grupo que la ha acompañado -las voces de Lagos y Soto, las guitarras de Jesús Torres y Paco Arriaga y la percusión de José Carrasco- ha enmudecido para dar paso a una antigua grabación, con la inconfundible voz de Chano Lobato cantando por alegrías, que Isabel Bayón ha bailado bajo un cañón de luz.

El punto y final, como si hubiera estado en el guión del espectáculo, lo ha puesto la propia maestra Matilde Coral desde el patio de butacas, al grito de "¡Ahí le duele, sí señor!", justo en el momento en que Isabel Bayón cerraba su actuación envuelta en un mantón de manila.

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