Israel Lancho sale a hombros de la plaza de Badajoz

  • Badajoz.- Sólo Israel Lancho, de los tres locales que han conformado el cartel de la segunda corrida de la Feria de San Juan de Badajoz, ha salido esta tarde por la puerta grande a hombros en una corrida sosa y deslucida de Montalvo, en la que Ambel Posada y Julio Parejo fueron ovacionados.

Israel Lancho sale a hombros de la plaza de Badajoz
Israel Lancho sale a hombros de la plaza de Badajoz

Badajoz.- Sólo Israel Lancho, de los tres locales que han conformado el cartel de la segunda corrida de la Feria de San Juan de Badajoz, ha salido esta tarde por la puerta grande a hombros en una corrida sosa y deslucida de Montalvo, en la que Ambel Posada y Julio Parejo fueron ovacionados.

Se lidiaron seis toros de Montalvo, bien hechos pero flojos y mansurrones. El segundo fue devuelto a los corrales y el primero, tercero y cuarto fueron pitados en el arrastre por más de tres mil personas que ocuparon un cuarto del aforo de la plaza.

Ambel Posada, saludos. Saludos desde los medios.

Israel Lancho, una oreja. Una oreja.

Julio Parejo, saludos. Ovación.

Santiago Ambel Posada abrió plaza frente a un toro huidizo, un tanto mansurrón, que embestía a oleadas rechazando la pelea. Del mismo mal padeció el cuarto de la tarde, con el que lució su toreo relamido y gustuso, un tanto deslucido por la sosedaz del animal.

Israel Lancho no se entendió con un toro bien hecho pero flojo y protestado, que fue devuelto a los corrales. Con el sobrero, mostró su toreo estático, serio y hasta depurado en ocasiones.

Más recorrido tuvo el quinto de la tarde, por lo que su lucimiento fue mayor, dentro de su personalidad torera, de quietud y temple.

Julio Parejo se enfrentó a un toro igualmente flojo, con el problema añadido de que humillaba con exceso, clavando los pitones en el suelo repetidamente.

El torero local estuvo aseado en su quehacer mostrando su toreo de regusto, como ocurrió con el que cerró plaza en los primeros lances de la lidia, hasta que el animal se vino abajo mostrando un peligro evidente que el torero superó.

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