Iván Fandiño sale a hombros en Arlés, tras una corrida de reses flojas

  • El diestro español Iván Fandiño salió hoy a hombros del coso de Arlés tras cortar dos orejas, una a cada uno de los toros que lidió, en una corrida en la que las reses de Ricardo Gallardo, pobres de presencia, dieron escaso juego.

André Viard

Arlés (Francia), 9 abr.- El diestro español Iván Fandiño salió hoy a hombros del coso de Arlés tras cortar dos orejas, una a cada uno de los toros que lidió, en una corrida en la que las reses de Ricardo Gallardo, pobres de presencia, dieron escaso juego.

Ganadero triunfador de la temporada pasada en Francia, Ricardo Gallardo ha pegado en Arlés un patinazo inoportuno, en vista de las seis corridas más que tiene que lidiar en el país galo este año: tres toros de escaso trapío y volumen, astifinos, uno inválido que tuvo que ser apuntillado después de banderillas, dos más al límite de sus fuerzas, uno informal, otro con guasa y, afortunadamente, uno, el cuarto, con calidad, constituyen un muy pobre balance para una ganadería de la cual se espera mucho más.

FICHA DEL FESTEJO:

Coliseo de Arles. Última de la Feria de Pascua. Media plaza en tarde soleada. Toros de Fuente Ymbro, muy desiguales de presencia, chicos los tres primeros, con mayor cuajo los tres restantes. De comportamiento dispar, en general acusaron falta de fuerza. Mejor el cuarto. Un sobrero de Antonio Palla (1º), noble, regalado por la empresa después de tener que ser apuntillado el primero de Fuente Ymbro por inválido después de banderillas. Iván Fandiño, oreja y oreja con salida posterior a hombros; David Mora, palmas y ovación; Thomas Dufau, ovación y aplausos.

FANDIÑO MEDIO TAPA FUENTE YMBRO

Con el único toro aprovechable de la ganadería titular -el cuarto- y con el noble sobrero de Palla que abrió plaza, Fandiño enseñó que también sabe manejar los engaños con delicadeza y salió a hombros después de cortar una oreja de cada uno de sus oponentes. Al toro de Palla le instrumentó una faena precisa y estética, acorde con la nobleza del ejemplar, al que remató de una gran estocada. Otra paseó del cuarto, un toro chorreado con más volumen, al que entendió muy bien, pues el animal blandeó en los primeros tercios pero el torero lo sostuvo, afianzó y acabó toreando francamente bien por el pitón izquierdo. Hubo dos series reposadas, con tacto y sutileza, rematadas de nuevo de un certero espadazo.

Muy chico pero bien armado, el segundo evidenció buenas condiciones y pocas fuerzas, razón ésta por la cual el público le frenó a David Mora cuando quiso brindarle la faena. El madrileño lo intentó por ambos pitones, pero el toro se cayó un par de veces, lo que le quitó importancia a la faena. El jabonero quinto, más cuajado y muy astifino, se movió con informalidad, punteando los engaños. Mora consiguió corregir el defecto a mitad de faena, donde hubo tandas estimables, pero quizá alargó su labor en demasía, volvieron a aflorar los defectos del astado y bajo el interés por la faena.

Chico también, el tercero se tapó por la cara. Se picó de manera simbólica y, a pesar de que Dufau lo cuidó, su labor no levantó vuelo. Se movió el sexto con guasa y a pesar de evidenciar sus ganas, Thomas Dufau no consiguió meterlo en la muleta más que en una tanda por ambos pitones. Luego, metiéndose para dentro y quedándose corto, el toro impidió toda ligazón. Dufau se llevó una voltereta fruto de sus ganas por agradar y, después de una buena estocada, el público le tributó palmas de reconocimiento.

En la matinal de rejones, frente a un noble lote de Murube, Diego Ventura cortó cuatro orejas y Leonardo una.-

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