Javier Jiménez llega a la alternativa "cuajado como hombre y como torero"

  • Paco Aguado.

Paco Aguado.

Sevilla, 2 may.- El novillero sevillano Javier Jiménez, que mañana recibirá el doctorado como matador de toros en la Maestranza de Sevilla, asegura que llega a la alternativa "cuajado como hombre y como torero".

Jiménez, de 23 años de edad y con cuatro temporadas de novillero con picadores a sus espaldas, alternará mañana en la feria de Sevilla con Enrique Ponce -que reaparece tras su grave percance en las Fallas de Valencia- y El Cid en la lidia de toros de la ganadería de Juan Pedro Domecq.

El novillero de Espartinas (Sevilla) explica en una entrevista con Efe que no se arrepiente de haberse dilatado esos cuatro años en el escalafón menor, porque ese tiempo le ha ayudado a rodarse suficientemente en la profesión.

"La alternativa me llega en un gran momento de madurez profesional y personal. A mis 23 años ya tengo las cosas muy claras para afrontar mi carrera ante el toro, porque uno no se prepara sólo para ese día sino para intentar entrar en las ferias grandes y competir al máximo nivel posible", apunta Jiménez.

Y añade: "Tal y como están las cosas con la crisis, con las pocas corridas que se dan en los pueblos, un torero nuevo tiene que pensar que está obligado a resolver su futuro en las plazas importantes, y para eso hay que estar muy preparado".

El diestro sevillano cree que, teniendo en cuenta todos esos condicionantes, su largo tiempo de preparación ha sido "el normal y necesario, el que siempre se empleó con los novilleros".

"Antiguamente todo era así -matiza- pero hoy todo el mundo tiene mucha prisa y muy poca paciencia con los que empezamos. Un torero no se hace de la noche a la mañana, aunque ahora, como el mundo de las novilladas está tan difícil, hay mucha urgencia para que los chavales tomemos enseguida la alternativa".

"En cuanto tienes un triunfo señalado de novillero, todos quieren aprovecharlo para que te hagas matador de toros con algo de ambiente. En cambio, puede resultar contraproducente, porque si no estás lo suficientemente preparado para vértelas con el toro todo ese ambiente se desmorona en un segundo", considera Jiménez.

El joven espada de Espartinas también se siente "muy orgulloso" de haberse rodado en las zonas de España y Francia donde se lidian los novillos de mayor volumen y trapío, así como en las plazas de primera, como Madrid, Sevilla, Valencia y Zaragoza, donde ha obtenido bastantes triunfos.

"Esa dureza curte muchísimo. Empecé a pisar esas plazas tan exigentes ya en mi segunda temporada de novillero, con novilladas muy grandes y de ganaderías duras. Es una prueba de fuego, pero casi todos los que han sido luego figuras del toreo han pasado por allí", explica.

"En realidad, ese es el mejor test de tu valía como torero. Al principio, te parece todo una prueba insuperable, pero si lo afrontas con entereza acabas por definirte profesional y anímicamente. Y cuando lo superas sabes que ya estás capacitado para afrontar las mayores responsabilidades en este oficio, añade.

Por todo ello, Jiménez afirma que llega al día de la alternativa "muy tranquilo, con todo el trabajo hecho en estos cuatro años.

Además, añade que ha tenido "una gran preparación invernal" y ha notado "una gran mejoría desde el año pasado hasta éste".

También supone el novillero que, llegado el momento, le pueden surgir los lógicos nervios de verse "en esa gran plaza, con esa corrida de toros de categoría y entre esas dos grandes figuras del toreo".

"Pero también es cierto -añade- que la Maestranza no me resulta extraña y que es un marco inmejorable para intentar arrancar esta nueva etapa con un triunfo que me abra muchas puertas".

"Sólo tengo firmados un par de contratos y todo lo que venga después va a depender que lo que yo haga mañana. Aun así no quiero tensionarme demasiado. Mi idea es la de disfrutar de un día único en la vida de un torero y llevarme para siempre un grato recuerdo", concluye.

Mostrar comentarios