Joaquín Díaz reunirá en un simposio a los músicos que no claudicaron ante el Franquismo

Valladolid.- Paco Ibáñez, Amancio Prada, Pablo Guerrero y Martirio son algunos de los compositores e intérpretes que durante los últimos años del Franquismo dedicaron su voz y su música al servicio de una "sociedad adormecida", y que la Fundación Joaquín Díaz reunirá en un simposio los próximos 11 y 12 de abril.

Pusieron música a los versos de poetas como Rafael Alberti, Federico García Lorca o Miguel Hernández, comprometieron su carrera e incluso su propia integridad física, y mantuvieron alerta el espíritu de la libertad en reductos propicios como las universidades o conciertos impulsados desde la clandestinidad.

"Sin embargo, apenas sí se les ha reconocido ese esfuerzo, incluido el ámbito universitario, y eso que lanzaron un mensaje determinado, claro y preciso, a una sociedad sometida y adormecida entonces, después de casi un cuarto siglo de gobierno dictatorial", ha explicado hoy a Efe Joaquín Díaz, organizador de ese encuentro que ha concebido como "una especie de homenaje".

Se trata del VII Simposio de Patrimonio Inmaterial, que con el lema de "La Voz y el Mensaje", abrirán el 11 de abril el propio Joaquín Díaz y el periodista Alex Grijelmo -presidente de la Agencia Efe-, antes de dar comienzo a la serie de entrevistas en que se ha estructurado este encuentro.

Cada protagonista del elenco, que completan Marina Rossell, María del Mar Bonet, el portugués Vitorino e Ismael Fernández de la Cuesta, serán entrevistados en sesiones de cuarenta y cinco minutos por un periodista o músico especializado en cada caso, entre los que destacan Antonio San José, que acaba de cesar en CNN+, y la peruana Fietta Jarque, jefa de la sección cultural del diario "El País".

"Se trata de una conversación, amena y distendida, donde cada uno de los invitados desmenuzará las claves, razones e intenciones de su obra, ayudados por un entrevistador", ha precisado el etnógrafo y musicólogo Joaquín Díaz, organizador del evento.

En la primera jornada (11 de abril), el arquitecto José María Pérez "Peridis" entrevistará a Ismael Fernández de la Cuesta, uno de los principales conocedores en Canto Gregorio y música medieval, catedrático del Conservatorio de Música de Madrid y durante once años director del Coro de Monjes de Santo Domingo de Silos (Burgos).

A continuación tomará el relevo el compositor e intérprete Luis Delgado, especializado en música antigua y andalusí, quien hará lo mismo con la mallorquina María del Mar Bonet, uno de los puntales de la Nova Cançó catalana desde que en 1967 llegó a Barcelona para cantar dentro del movimiento de "Els Setze Jutges".

Paco Ibáñez protagonizará, ya por la tarde, el tercer cara a cara para relatar las dificultades de su familia, perseguida tras la Guerra Civil y la dureza de una carrera artística, la suya, de un cantautor acosado por el poder hasta el punto de resultar censurado en 1971, pero recordado por los dos discos donde rebrotaron los versos de Lorca, Alberti, Hernández, Blas de Otero y Gabriel Celaya.

Marina Rossell, más de una veintena de discos en lengua catalana a la que llegó desde el folclore y la cultura tradicional, cerrará la primera jornada con las preguntas de Fietta Jarque.

El VII Simposio de Patrimonio Inmaterial se reanudará al día siguiente (12 de abril) con la palabra del extremeño Pablo Guerrero -alentado por el periodista Antonio San José- que prácticamente ha seguido el mismo camino que sus anteriores compañeros de profesión, desde la canción de autor y la recuperación de poetas proscritos.

El portugués Vitorino, amigo del célebre Zeca Afonso -la voz musical de la Revolución de los Claveles (1974)-, conversará con el escritor e informador Carlos Blanco, director de Contenidos de la Cadena Ser en Castilla y León, y un agudo observador de la realidad de esta comunidad autónoma desde el columnismo y la decena de libros que ha dado a la imprenta.

Amancio Prada, uno de los cantores más populares de la transición, será el penúltimo invitado antes de que clausure el simposio Martirio (María Isabel Quiñones) -cara a cara con el periodista José Ramón Pardo-, quien tras abandonar el grupo "Jarcha" compartió lides con Kiko Veneno ("Los Veneno") y Raimundo y Rafael Amador ("Pata Negra") antes de abrir brecha en solitario a partir de 1986.