José Luis Díez destaca a Isabel II como integradora del patrimonio artístico

  • Madrid.- La decisión de Isabel II de nacionalizar los bienes artísticos de la Corona no ha sido suficientemente reconocida por la historiografía, ha dicho hoy José Luis Díez García (Madrid, 1960) en su discurso de ingreso en la Real Academia de Historia, titulado "La pintura Isabelina. Arte y Política".

José Luis Díez destaca a Isabel II como integradora del patrimonio artístico
José Luis Díez destaca a Isabel II como integradora del patrimonio artístico

Madrid.- La decisión de Isabel II de nacionalizar los bienes artísticos de la Corona no ha sido suficientemente reconocida por la historiografía, ha dicho hoy José Luis Díez García (Madrid, 1960) en su discurso de ingreso en la Real Academia de Historia, titulado "La pintura Isabelina. Arte y Política".

Díez García, jefe de Conservación de Pintura del siglo XIX del Museo del Prado, ha tomado posesión de la vacante de la medalla número 29 -producida por el fallecimiento de José Manuel Pita Andrade- con un discurso que compendia su trayectoria profesional como historiador del arte español de la primera mitad del XIX, en especial el de los pintores de Cámara de Fernando VII e Isabel II.

De Isabel II de España (1830-1904), Díez ha destacado su gesto, "no suficientemente valorado por la historiografía", de donar a la nación todo su patrimonio artístico privado, sin duda "lo más importante que hizo en su reinado en el terreno de las artes", ha explicado en declaraciones a Efe el nuevo miembro de la Academia de Historia.

Díez García, doctor en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid, ha trazado en su ingreso en la Academia un recorrido por los distintos proyectos pictóricos del reinado de Isabel II que, además de su interés artístico, tuvieron una "intencionalidad política".

María Cristina -reina gobernadora, ya que Isabel II tenía 3 años cuando accedió al trono- inició esa unión del arte y la política al encargar pinturas que representaban paisajes muy parecidos a su propio reinado, "es decir, madres que tutelaron la minoría de edad de sus hijos".

Además de analizar la evolución de la iconografía desde esa niña a la Isabel II que tuvo que abandonar el trono con la revolución de 1868, el académico hizo un repaso por la decoración pictórica de los dos edificios emblemáticos construidos en Madrid durante su reinado: el Teatro Real y el Congreso de los Diputados, que se inauguraron en 1850.

Por ejemplo, García ha detallado a Efe que en el medallón central del techo del hemiciclo aparece una Isabel II "identificada como España, como la unidad geográfica del Reino".

El nuevo académico ha resaltado en su discurso uno de los proyectos artísticos, políticos y museísticos más importantes y "más desconocidos" de esa época: la creación en el Real Museo del Prado, dirigido entonces por José de Madrazo, de una serie cronológica de los Reyes de España, desde el primero de los godos, Ataúlfo, hasta la propia Isabel II.

Este es un episodio "poco conocido", ha explicado Díez García a Efe, pese a que estas "salas históricas" llegaron a inaugurarse y fueron visitadas por la propia Reina, aunque fueron desmanteladas tras los episodios de 1868.

Se buscaba entonces la legitimación de una reina cuya corona estaba cuestionada por la "presión carlista" iniciada por su tío Carlos María Isidro de Borbón, quien no reconocía la abolición de la ley sálica que impedía el acceso al trono de las mujeres.

Díez García, condecorado con la Encomienda de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio por su trabajo en la exposición "Cánovas y la Restauración" (1977), ha disertado también sobre el reflejo en la pintura del "intencionado paralelismo" que se hizo de Isabel II con dos reinas antecesoras del mismo nombre, Santa Isabel de Hungría e Isabel la Católica, como ejemplos de virtud, caridad cristiana e inteligencia política.

El nuevo académico ha reseñado finalmente las dos decisiones "más trascendentales" en el campo de las Artes emprendidas en el reinado isabelino: la creación de la Exposiciones Nacionales de Bellas Artes y, sobre todo, la decisión de donar a la nación "todos los bienes que por derecho y herencia histórica correspondían a su persona".

Un gesto este último que ha calificado como "ejemplo supremo del sentido de Estado de esta soberana", ya que permitió que el patrimonio artístico de la Corona sea hoy día de carácter público, "al contrario que ocurre en otras monarquías europeas, como la británica", que sigue siendo colección privada.

Así, a Isabel II de Borbón, conocida como "la de los tristes destinos" por su infeliz matrimonio con su primo Francisco Asís y su exilio, hay que reconocerle ese sentido de Estado, que estuvo por encima de su "talante personal", ha añadido el historiador.

Díez se convierte en uno de los miembros más jóvenes de la Academia de Historia, a la que espera aportar su "experiencia" en "gestión museística" y del patrimonio histórico artístico, fruto de una carrera que inició en 1986 como conservador de los Museos del Estado.

El nuevo académico, que trabaja desde 1988 en el Museo del Prado, es autor de numerosas publicaciones sobre pintura y dibujo del siglo XIX, entre ellas el catálogo razonado de "La Pintura Española del siglo XIX en el Museo Lázaro Galdiano" (Madrid, 2005).

De su trabajo como comisario en diversas exposiciones destaca la antológica dedicada a Joaquín Sorolla en el Prado el pasado año.

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