José Sacristán: "Ser actor en España es como ser torero en Islandia"

  • José Luis Picón.

José Luis Picón.

Málaga, 28 mar.- Con más de cincuenta años de carrera a sus espaldas y más de un centenar de películas, José Sacristán siempre ha tenido la sensación de que "ser actor en España es como ser torero en Islandia" y hay que "estar prevenido de la inseguridad, la incertidumbre y los cambios que siempre amenazan o favorecen".

Su gran maestro fue Fernando Fernán Gómez, quien le enseñó que "en el ejercicio de una profesión como ésta en un país como éste, hay que estar entrenado y tener cintura, saber esquivar y saber encajar, cuando las cosas vienen de una manera u otra", ha dicho en rueda de prensa Sacristán, que hoy recibe el Premio Retrospectiva en el decimoséptimo Festival de Cine Español de Málaga.

A lo largo de su carrera ha tenido "tropiezos" que ha considerado "como algo natural", pero en ningún caso ha llegado al "extremo" de pensar "qué barbaridad o qué desastre".

"Hay aventuras en las que, en el punto de partida, presumes que estás más cerca del acierto que del fracaso o al revés, pero en ocasiones te llevas sorpresas".

También ha notado que "había proyectos que suponían un avance, y otros que no eran un retroceso, pero sí volver a ciertos orígenes", y ha recordado sus comienzos como mecánico tornero antes de dedicarse a la interpretación.

"Todo está empapado de algo muy parecido a la felicidad, al amor, a la lealtad, a la amistad, a la cordialidad, a una especie de esfuerzo sin esfuerzo, porque levantarse cada mañana a rodar películas no era lo mismo que levantarse a sacar virutas en el torno, que, con el debido respeto a los torneros, no era lo mío".

Al echar la vista atrás con motivo del reconocimiento que le ha dedicado el Festival de Málaga, una de las cosas que más le ha "emocionado" ha sido encontrarse con el "crío" que fue y "mantener la mirada fija en él", porque le ha "preocupado guardarle el respeto debido y no traicionarle".

Ha asegurado que no ha vuelto a experimentar "una sensación igual de emoción" como la que sintió cuando se puso por primera vez delante de una cámara, para una sola sesión en "La familia... y uno más", al lado de Alberto Closas.

Al preguntársele por el cine actual, Sacristán sostiene, no sólo por su experiencia con jóvenes cineastas en los últimos años sino también por lo que "ve alrededor", que hay "chavales con un amor y afición por el cine, y con un talento y un coraje impresionantes", pero la situación ha cambiado respecto a cuando él empezó.

"Hice una sesión en 'La familia... y uno más' y al día siguiente el productor me llamó y me firmó para cuatro películas, con título y con fecha de rodaje", ha señalado.

Lo que sí reprocha al cine de ahora es que "tal vez se caiga en cierto mimetismo en la marca de fábrica de las grandes multinacionales", y muchas películas "en el fondo son imitaciones de historias y de maneras de contarlas que remiten a otras cinematografías, sobre todo a la americana".

"No es bueno para el hígado andar mirando para atrás, porque te das continuamente contra las farolas y porque puedes pecar de caer en algo que se parece a la injusticia. Yo no me apunto a la descalificación de los jóvenes que ponen hoy en marcha una película", ha subrayado Sacristán.

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