Juan Mora: "en Pamplona busqué algo grande, y me encontré la cornada"

  • El diestro Juan Mora, herido de gravedad en la última corrida de los sanfermines, todavía convaleciente en el Hospital Virgen del Camino de Pamplona, reflexiona acerca de lo que pasó aquella tarde: "busqué algo grande para marcar un hito en mi temporada, y me encontré la cornada".

Juan Miguel Núñez

Madrid, 19 jul.- El diestro Juan Mora, herido de gravedad en la última corrida de los sanfermines, todavía convaleciente en el Hospital Virgen del Camino de Pamplona, reflexiona acerca de lo que pasó aquella tarde: "busqué algo grande para marcar un hito en mi temporada, y me encontré la cornada".

"Es que hay días que uno sale dispuesto a todo, con la mirada puesta más allá de esos lances y naturales que ocasionalmente surgen en las faenas aun de embeleso y triunfo. No me parecía suficiente. Yo quería más", precisó Mora en entrevista telefónica con Efe.

Consciente de que "el valor se adquiere con el pensamiento, pues la mente juega un papel determinante para 'arrimarse' cuando se busca la obra o faena ideal, en aquellos momentos le daba gracias a Dios por tanta decisión como me respaldaba".

Juan Mora quiere disipar dudas acerca de las posibilidad, comentada posteriormente, de que le fallaran las facultades dado que antes de la cornada definitiva en el muslo había resultado herido en el escroto, negándose en primera instancia a retirarse a la enfermería.

"No es así. La segunda no tiene que ver con la primera. Es verdad que tuve que superar el contratiempo de verme con la bolsa escrotal rota al torear de capote, pero cuando ya estaba con la muleta, mi decisión era mi propia seguridad. Tengo claro que el valor es la dignidad, la meta que me marco como torero y como persona", explica.

E insiste en que "en Pamplona, al cabo de catorce años ausente, la cosa tenía que ir de otra manera. Había tomado el aire que me faltaba tras la cuchillada en los testículos. Y me puse otra vez tan decidido. Me pareció torear de salón, cogida la muleta con la yema de los dedos, toreando con el alma. Yo cada vez más 'abandonado' mientras el toro más 'orientado'. Así fue como me echó mano otra vez. Estaba muy derecho y entregado".

Ya en el suelo notó que la pierna no le respondía, pues le llegó el pitón al hueso después de tocar el ciático. No pudo levantarse. Y en la enfermería, aunque la cornada era extensa, "un cornalón", que se dice en la jerga, todavía pidió a los médicos que no le durmieran, que "el problema es que no podía mover la pierna, pero con alguna anestesia local en forma de pomada o así, podría volver al ruedo".

Juan Mora se despertó en la sala de reanimación del Hospital, a donde había sido trasladado en ambulancia tras la intervención que duró dos horas.

Y desde ese día 14, jueves, no ha querido saber del alcance de la gravedad, "porque en realidad los destrozos que hay son sólo musculares, y lo del ciático. Duele porque tiene que doler, y están también los problemas del escroto, que en esa zona, pues ya se sabe. Pero todo va bien", se dice a si mismo con ánimo y cierta ingenuidad.

Sobre la evolución de las heridas, tanto optimismo. "No hay fiebre. Sólo hace dos días por la transfusión de dos bolsas de plasma, unas décimas que enseguida remitieron. Hoy me han quitado los drenajes de la pierna. Y mañana vamos a sopesar el alta clínica entre el doctor Ángel Hidalgo y yo. Quizás el jueves marche para casa".

También hoy comenzó a dar cortos paseos por la habitación. "Esto va fenomenal", insiste, aunque le queda "la pena de no poder estar el próximo sábado en Valencia en la corrida que va a ser todo un acontecimiento por lo que significa la reaparición de José Tomás".

"Me hubiera gustado mucho estar con él para darle la bienvenida. Es un torerazo al que admiro mucho, y es un honor y un orgullo estar anunciado en el mismo cartel. Ahora mi sueño es poder reaparecer en Bayona (Francia) donde otra vez mi nombre va junto al de José Tomás, el 7 de agosto". Ahí empieza un nuevo sueño.

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