La Abadía invita a tomar "El café" con Fassbinder

  • Mateo Sancho Cardiel.

Mateo Sancho Cardiel.

Madrid, 26 feb.- Más conocido como director de películas como "La ansiedad de Veronika Voss", el alemán Reiner W. Fassbinder también aplicó al teatro su peculiar receta dramática basada en "sangre, semen y lágrimas", y su versión de "El café", de Goldoni, se estrena mañana en La Abadía de Madrid dirigida por Dan Jemmett.

"El café" de Goldoni "buscaba ser divertido y era una comedia muy específica. Fassbinder mata la mayoría de esos elementos cómicos. Es más un retrato del infierno, en el que puede haber algún resquicio de humor, pero no es la risa fácil del teatro burgués", ha explicado Jemmet, que dirigió para La Abadía "El burlador de Sevilla", en la presentación de este montaje que permanecerá hasta el 31 de marzo.

Fassbinder (1945-1982) había alumbrado en Múnich su "antiteatro" y con solo 24 años creó el espejismo de sucumbir al convencional al adaptar una comedia dieciochesca de Goldoni, pero con el doble juego de poner un espejo y remover a ese público que pensó que iba a divertirse.

Dan Jemmett aún da un giro más allá a la actualización que Fassbinder hizo del Goldoni en 1969 y lo traslada a la actualidad. "La decisión de programarla hoy es valiente y esencial. Es más pertinente ahora que hace cuarenta años", ha asegurado el director, quien ha rebautizado la obra como "El café. La comedia del dinero".

Siete personajes, siete sillas y ocho máquinas tragaperras. Es decir, más tragaperras que personas en un país que se prepara para recibir el proyecto Eurovegas. Y también se ve con nuevos ojos el funcionamiento ético de una cafetería, negocio donde ahora licenciados y doctorandos acuden a buscar trabajo.

"Vi en Inglaterra cómo en un café ofrecían tres puestos de trabajo a siete libras la hora y recibían 1.900 solicitudes", ha contado el director británico.

Jemmet y el elenco -Daniel Moreno, Miguel Cubero, Lidia Otón, María Pastor, Lucía Quintana, Lino Ferreira, Jesús Barranco y José Luis Alcobendas- han reducido también su salario para poder sacar adelante esta producción a la que, en pleno proceso, le fue denegada una de las ayudas estatales con las que contaba.

"Hemos hecho esto como respuesta a un país en el que el discurso está basado en el 'no se puede', pero es un caso excepcional que deseamos no se sistematice ni se normalice", ha dicho Moreno, tras leer un comunicado de repulsa al recorte en Cultura.

"Dejarlo en el cajón era para nosotros una sensación de fracaso compartido", ha proseguido Moreno, quien ha agradecido a Jemmet ser "un director de escena con visión no solo de lo que ocurre en la sala de ensayos, sino también de lo que ocurre fuera".

Y así, las comedia irónica de costumbres del siglo XVIII, la sacudida burguesa posmayo del 68 y la crisis económico-moral de 2013 se solapan en "El café", que ahora se estrena en Madrid, en traducción de Miguel Sáenz.

Una obra "con una desolación abrasadora", en palabras del director de La Abadía, José Luis Gómez, en un país cuya cultura tiene "las maderas carcomidas, las estructuras fragilizadas", ha concluido el también académico de la Lengua.

Y una propuesta que se enmarca en un ciclo que llama a Fassbinder como "el anarquista romántico" y que se completa con una retrospectiva en el Círculo de Bellas Artes y otras actividades en La Abadía, como la conferencia "Fassbinder y Almodóvar: la teatralidad en el cine" y "La cara festiva de Fassbinder", sesiones con DJs alemanes del 1 y el 22 de marzo que convertirán el teatro madrileño en una discoteca.

Mostrar comentarios