La CND, lista para su "Real" debut en puntas con un programa "muy Martínez"

  • Concha Barrigós.

Concha Barrigós.

Madrid, 9 mar.- El próximo jueves la Compañía Nacional de Danza Clásica (CND) estrena el primer programa clásico de sus últimos 23 años, un reto que su director desde 2011, José Carlos Martínez, evalúa como "un paso más" en la transformación de la que fue con Nacho Duato una formación solo contemporánea en una "versátil".

La CND estuvo dirigida 20 años por Duato, hasta que Cultura planteó que debía incorporar también repertorio clásico y neoclásico, y no solo contemporáneo, y que la plaza de director debía salir a concurso público, algo que el valenciano digirió con público malestar, que finalmente se tradujo en su marcha y en la prohibición de que se bailaran sus piezas en España.

En este año y medio al frente de la CND, Martínez (Cartagena, 1969), ha subido un escalón en lo que era su compromiso de conseguir una compañía más versátil, y lo ha conseguido, fundamentalmente, dice en una entrevista con Efe, gracias a los cambios en el elenco para "renovar su savia".

"El fin no es llegar al espectáculo que estrenaremos en el Real. Eso es solo el esbozo de lo que quiero lograr, resultado del trabajo de seis meses. Son migas de pan en el camino hacia la casa en la que quiero que estemos", subraya.

Sabe que críticas "las va a haber" pero se lo toma con mucha tranquilidad, porque, arguye, "es un paso de gigante estar en ese nivel en tan poco tiempo", y lo dice quien ha sido bailarín estrella de la Ópera de París durante 25 años y se conoce todo lo que hay que conocer en el mundo de la danza clásica.

En esta "presentación", Martínez ha querido contar con Lucía Lacarra (primera bailarina del Ballet de la Ópera de Múnich) y Marlon Dino ("Mejor bailarín de 2008", según la revista "Dance for You Magazine"), como artistas invitados.

El programa de debut en puntas está compuesto por "Tres preludios", de Ben Stevenson y música de Serguei Rachmaninov; "Holberg Suite", de Tony Fabre y Edvarg Grieg; el paso a dos de "El cisne blanco", de Ray Barra y Petipa, y música de Tchaikovsky; "Who Cares?", de George Balanchine y George Gershwin, y "Sonatas", del propio Martínez al son de Domenico Scarlatti y el padre Soler.

"Es una gala muy encajada", subraya porque, detalla, Balanchine es el coreógrafo más contemporáneo de la danza clásica y le parece "muy apropiado" en ese camino que están haciendo "al revés que todas las compañías", es decir de lo más moderno a lo tradicional.

Otro "punto" es ver a Lacarra en "El cisne blanco": "Será el momento mágico. Vale que ella no está en la CND pero es española y forma parte de mi proyecto invitar a los bailarines que han tenido que marcharse fuera a enseñar al público su talento".

Lacarra bailará también en "Sonatas", una pieza neoclásica hecha a medida para la compañía, que estrenará "Who cares?", y ejecutará de nuevo "Holberg suite", una coreografía que pertenecía al repertorio de la CND2 y en la que es "increíble" como se han integrado los artistas, además de la evocadora "Tres preludios".

"Prefiero hacer este repertorio con excelencia que montar a medias 'El lago de los cisnes'", argumenta sobre su elección

Martínez era consciente de que el proyecto que presentó para avalar su candidatura para sustituir a Nacho Duato "sería una cosa en el papel y otra en la realidad" pero asegura que lo complicado han sido las "particularidades de la gestión burocrática" no los recortes en sí mismos ni llegar a una compañía que tuvo dos décadas un mismo director.

"Ha sido difícil pero no he hecho borrón y cuenta nueva en la CND, sino que he empezado a construir a partir de lo que hizo Duato en 20 años".

Lo más duro de manejar, revela, es habituarse a "la rigidez" de un convenio colectivo que establece un horario de 10:30 a 16:00 horas para el cuerpo de baile, y, "como han desaparecido las horas extras...", no hay forma de ensayar con ellos en otro momento.

"Son detalles, pero yo quiero la excelencia artística y si eso cambiara, si se flexibilizaran los márgenes, ayudaría muchísimo. El problema soy yo por querer otras cosas, claro", se ríe.

No se puso plazos para lograr una compañía capaz de bailar contemporáneo y clásico porque a él no le gusta "vender humo", pero, admite, la crisis le ha marcado un ritmo que se traduce "en que las producciones son muy pocas y diversificadas, con cosas pequeñas y picadas".

Ya tiene 20 "clásicos" en su compañía, encabezados por Seh Yun Kim, procedente del Ballet de Zurich, y Moisés Martín Cintas, del Ballet de San Francisco, aunque Martínez recurre, como ocurrirá en abril con "Romeo y Julieta", también en el Teatro Real, a otros componentes de la CND.

"Hay muy buen ambiente ahora. Todos y cada uno han visto que tienen su sitio en la compañía, que ahora es la única en lo que hace pero también -se ríe de nuevo- la mejor".

Mostrar comentarios