"La conciencia del paisaje" revive al César Manrique emocional y descarnado

  • La belleza descarnada de la tierra volcánica que inspiró a César Manrique se refleja, veinte años después de su muerte, en la exposición retrospectiva "La conciencia del paisaje", una muestra emocional, sensorial, reflexiva y que busca la sorpresa, como hacía el artista lanzaroteño en vida.

Santa Cruz de Tenerife, 4 abr.- La belleza descarnada de la tierra volcánica que inspiró a César Manrique se refleja, veinte años después de su muerte, en la exposición retrospectiva "La conciencia del paisaje", una muestra emocional, sensorial, reflexiva y que busca la sorpresa, como hacía el artista lanzaroteño en vida.

"La conciencia del paisaje" reúne por primera vez en Canarias una colección de 83 obras del creador "que cambió la forma que hoy tenemos de entender nuestra relación con el paisaje y con la tierra", afirmó en la presentación Álvaro Marcos Arvelo, director de Acción Cultural de la Fundación CajaCanarias, organizadora de la muestra.

Por ello los promotores de la exposición no podían limitarse "a revisar la obra" sino que la retrospectiva conduce "a través de ese espacio soñado por el artista para que sea el espectador el que dé con las respuestas, porque César creía, al final de su vida, que los jóvenes lo construirían", aseveró Arvelo.

Él era un convencido del poder de la educación como catalizador de un pensamiento crítico y la exposición tiene entre sus objetivos lograr que los jóvenes que participen en los talleres "Despertares" adquieran esos conocimientos.

Y se conciencien con la idea de preservar "los frágiles mecanismos de la vida en nuestra tierra como única forma de mejorar la condición humana".

Para ello la retrospectiva refleja la creatividad de Manrique, básicamente en su obra pictórica, desde sus inicios en la década de los 40 del siglo XX hasta poco antes de su muerte, en 1992.

La exposición se ha dividido en doce grandes secciones, como explicó su comisario, Joaquín Sabaté. Comienza con la denominada "Famara", el mundo mágico de peces, olas y rocas de las playas de Lanzarote en las que pasó su niñez.

Otras secciones son las dedicadas al aprecio de Manrique por la cultura popular, con obras inspiradas en la pesca, las salinas y la arquitectura tradicional, y la que revela la intensa relación entre el artista y el paisaje volcánico de Lanzarote en "La fuerza de la naturaleza: geología, fuego, lava".

Además se recrean los años del artista en Madrid y Nueva York, la consolidación de su lenguaje artístico, su visión de un "proyecto territorial" para Lanzarote, su faceta como creador comprometido y su legado.

El espectador también podrá acceder a la "Sala de las sensaciones", en las que recorrerá tres espacios a oscuras para entrar en contacto con una lengua de fuego provocada por la lava que se funde en su cuadro "Calcinado", el movimiento de la luz y el sonido en los "juguetes de viento" y un audiovisual que muestra a Manrique en la playa, realizando trazos sobre la arena.

El director de la Fundación César Manrique, Fernando Gómez, destacó el hecho de que esta muestra haga posible aproximarse a la obra integral de "un personaje titánico" cuyo espíritu "recoge y pone otra vez en el foco social".

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