La crisis deja al Festival de Cine Iberoamericano sin Premio Ciudad de Huelva

  • La falta de presupuesto ha motivado que el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, por primera vez en su historia, haya decidido no otorgar el Premio Ciudad de Huelva, su máximo galardón para reconocer la trayectoria de una personalidad o institución en la producción audiovisual y cinematográfica.

Huelva, 13 nov.- La falta de presupuesto ha motivado que el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, por primera vez en su historia, haya decidido no otorgar el Premio Ciudad de Huelva, su máximo galardón para reconocer la trayectoria de una personalidad o institución en la producción audiovisual y cinematográfica.

Así lo ha anunciado hoy en declaraciones a los periodistas el director de la muestra, Eduardo Trías, quien ha explicado que la idiosincrasia del premio requiere de unos costes que el certamen no puede asumir, en concepto de acompañamiento, recepción y ciclo de películas del premiado, y a los que no se quiere renunciar "para no desvirtuarlo".

"Se trata de un premio muy querido y valorado por los premiados, porque del mismo modo que en otros sitios el acto principal es dar la figurita, nosotros lo rodeamos de otros aspectos que dan a este reconocimiento un significado especial", ha precisado el director.

"Preferimos seguir otorgándolo (unido) al concepto de premio", ha apuntado. Además, ha subrayado que en este aspecto, como en todo lo concerniente al festival, "se ha optado por tener menos cosas, pero mantener la calidad, y no todo y desvirtuarlo".

Han sido muchas las personas relacionadas con el mundo cinematográfico que han recibido este reconocimiento, el último de ellos el productor Julio Fernández.

A este nombre se suman otros como el de Enrique Cerezo, los actores José Luis Gómez, Joaquim de Almeida, Juan Luis Galiardo, Sancho Gracia, Leonardo Sbaraglia, Concha Velasco, Federico Luppi y Sara Montiel, Edward James Olmos o María Conchita Alonso, entre otros.

Según ha explicado Trías, esta es una de las evidencias de la crisis que se cierne sobre la 38 edición del Festival, que ha sufrido un "estrechamiento o adelgazamiento" en contenidos, en acompañamientos, suplementos y visitas.

Pese a esto, asegura que él es de los que "ve el vaso medio lleno" y considera "una suerte el hecho de poder celebrar esta edición".

"Tenemos que aprender del nuevo modelo económico en el que está entrando nuestra sociedad. El festival tiene una función y una utilidad: por ello hemos de trabajar para, en ediciones venideras, hacer el mejor festival posible con los recursos que contemos".

Mostrar comentarios