El fotógrafo macedonio Georgi Licovski, de la Agencia Europea de Prensa Gráfica (EPA) captó el 21 de agosto de este año la desesperación de dos menores en la frontera greco-macedonia. La imagen elegida por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) como foto del año2015 muestra a un niño y una niña cogidos de la mano llorando, atrapados entre gran cantidad de efectivos de la guardia fronteriza.
Licovski reconoce que no es fácil tomar fotografías de personas que han perdido sus hogares.
El fotoperiodista explica que al principio sólo había algunos refugiados y cómo en poco tiempo la situación cambió y multitud de personas se agolpaban en las fronteras. En una ocasión, explica Licovski, separaron a una niña de su madre en la puerta de un tren cuando una multitud de entre 2.000 y 3.000 personas intentaban acceder al convoy que contaba con tan sólo 300 plazas.
Según Peter-Matthias Gaede, miembro de la junta directiva de Unicef, las imágenes de los refugiados, en especial la foto que dio la vuelta al mundo del cuerpo sin vida del niño sirio Aylan en una playa turca han abierto de nuevo el debate ético en torno a los límites del periodismo.
Según el presidente del jurado independiente, Klauss Honnef, "los fotógrafos del concurso documentan de forma intensa lo que las personas se hacen mutuamente y lo que les hacen a sus hijos".
ACNUR estima que en torno a 60 millones de personas en el mundo se han visto obligadas a abandonar sus hogares. Además, el 25% de los 730.000 refugiados que abandonaron sus países entre enero y noviembre de 2015 para intentar llegar a la Unión Europea a través de la ruta de los Balcanes eran niños o jóvenes.
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