La escritora Anne Helene Bubenzer recorre el s.XX junto a un oso de peluche

  • Irene Dalmases.

Irene Dalmases.

Barcelona, 11 nov.- Un día la escritora alemana Anne Helene Bubenzer recibió la llamada de su editor, que tiene un oso de peluche en un lugar prominente de su despacho, para tratar sobre una nueva novela, y en ese momento empezó a tomar forma "La fabulosa historia de Henry N. Brown", ha explicado a Efe la autora.

Se trata de un entretenido relato, publicado en España por Grijalbo, protagonizado por un pequeño oso de peluche, con un secreto en su interior, que va narrando los acontecimientos más importantes del siglo XX en Europa y Estados Unidos, dando su particular visión de los hechos.

Bubenzer, también traductora de sueco y noruego, comenta en entrevista con Efe que "ha sido fantástico poder explicar la historia de los últimos cien años bajo la mirada de un juguete universal, ingenuo, muy diferente a una persona, que siempre debe reflexionar sobre lo que ocurre teniendo en cuenta una serie de valores".

Con una buena acogida de crítica y lectores en su país, la autora de Siegen (oeste de Alemania) señala que ha recibido muchos correos de personas que se han adentrado en su historia y que han tenido la necesidad de correr a sus trasteros para recuperar sus peluches y rememorar la relación que mantuvieron con ellos en su infancia.

"Es muy importante -prosigue Bubenzer- que la gente encuentre emociones para vincularse a lo que lee".

En este caso, de la mano de sus diferentes dueños, el pequeño oso Henry visita muchos países de Europa y conoce, desde el año 1921 hasta la actualidad, al grupo de intelectuales británicos de Bloomsbury, la Alemania del Tercer Reich, el mayo francés de 1968 o la Budapest de antes de la caída del muro de Berlín.

Uno de los capítulos que más emoción despiertan en el lector es el que tiene como referencia a un soldado raso alemán al que destinan a Noruega durante la Segunda Guerra Mundial y que acaba muerto por los disparos de un noruego contrario al régimen nazi.

Anne Helene Bubenzer reconoce que ésta fue la parte más difícil de escribir, porque está basada en la peripecia vital de su abuelo y en las cartas que le envió durante ese período a su abuela.

Lo más duro para la escritora, que explica que su abuelo sobrevivió, a diferencia del soldado de la novela, es que "leyendo las cartas ves cómo él no tenía ninguna conciencia de hacer daño a nadie, lo que cuesta mucho de entender".

A la vez, dice haber recuperado algunos párrafos de esas misivas porque "eran de amor" -precisamente, otro tema importante en la novela- y quería mostrar la parte más humana de una persona que fue enviada al frente sirviendo a un país, igual que hicieron muchos de sus compatriotas.

A lo largo del texto no faltan referencias literarias a autores como Virginia Woolf y E.M. Forster o cinematográficas, de actores como James Dean o Audrey Hepburn.

Sin embargo, advierte Bubenzer que "no ha querido abusar de referencias evidentes" y agrega, por ejemplo, que en su país no es muy usual que aparezca Noruega en una novela, o que se vea una imagen de Florencia, como la de su libro, azotada por una terrible inundación.

Preguntada sobre lo que ha aprendido en los años en los que ha estado trabajando en este proyecto y si quiere dejar algún mensaje al lector, indica que, aunque no pretende enseñar nada a nadie, "sí quería que la gente reflexionara con algunos de los acontecimientos que relato".

Sobre si como sociedad, los europeos han aprendido algo después de dos guerras mundiales en el siglo XX, subraya que ella defiende la idea de una Europa unida, aunque no obvia que "queda mucho camino por recorrer". "Confío que en los próximos diez años todavía exista", apostilla la escritora.

Nacida en el año 1973, Anne Helene Bubenzer ya ha terminado otra novela, que espera ver publicada en los próximos meses, en la que el protagonista es un pianista que toca en cruceros.

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