La férrea censura de Laos cede ante un novel cineasta y su ópera prima

  • Canela Bangkok, 14 mar.- La película laosiana "At The Horizon" ha roto la férrea censura de Laos y sorteado el canon de la propaganda comunista, con un retrato descarnado de la violencia en el país y la impunidad de la que goza la clase social adinerada.

Gaspar Ruiz-Canela

Bangkok, 14 mar.- La película laosiana "At The Horizon" ha roto la férrea censura de Laos y sorteado el canon de la propaganda comunista, con un retrato descarnado de la violencia en el país y la impunidad de la que goza la clase social adinerada.

Rodado con un presupuesto de apenas 15.000 dólares (unos 11.300 euros), el filme tiene escenas de tiroteos y muestra armas, sangre y a jóvenes tatuados bebiendo alcohol, unos elementos que hasta hace muy poco no hacían sino enfervorizar el patriotismo en el cuerpo de funcionarios a cargo de meterle la tijera a la cinta.

"At the horizon" ("En el horizonte") es el primer largometraje del laosiano Anysay Keola, de 29 años, que ha escrito, dirigido y participado en esta producción que sienta un precedente en la cinematografía del país indochino.

"En la versión laosiana, tuvimos que difuminar las armas, eliminar palabras malsonantes y hasta cambiamos el final, pero ha valido la pena porque nadie ha hecho una película así hasta ahora", explicó a Efe Anysay.

La película ha causado sensación entre el público laosiano, cuyo gusto ha sido moldeado a base de acostumbrarlo a ver películas que ensalzan los valores del comunismo, las hazañas de la resistencia contra las fuerzas de Estados Unidos durante la guerra, comedias tailandesas o producciones de Hollywood.

El filme relata la historia de un adolescente rico que se sirve del dinero y de la influencia de su familia para salir impune de sus excesos durante sus borracheras, que conduce coches de lujo y porta armas hasta que se cruza con un humilde mecánico que decide tomarse la justicia por su cuenta ante la pasividad de las autoridades.

"Quise retratar algo que ocurre en Laos. Una vez el hijo de una persona importante alardeó delante de nosotros de que había atropellado hasta a nueve personas, sin haber sido castigado", explicó el director.

"El personaje pobre es mudo, con lo que expreso la impotencia de las clases humildes que no tienen voz", apostilló.

El cineasta, que estudió en Australia, planeó la película como su trabajo de tesis en el máster de cinematografía que realiza en la Universidad Chulalongkorn de Tailandia.

"En principio sólo me dieron permiso para rodarla, pero al jefe del departamento de cinematografía le gustó tanto que también autorizó su exhibición en los festivales y en salas de cine", relató el cineasta nacido en Vientiane, la capital de Laos.

La película fue filmada en tan solo 19 días durante junio de 2011 por un equipo formado por una veintena de personas, que el director reclutó entre sus amigos, conocidos y con la ayuda de las redes sociales.

Desde el primero al último del equipo trabajaron sin percibir un salario debido a los futiles esfuerzos para conseguir financiación para producir la película, filmada con cámaras digitales Canon EOS 7D y 5D.

"Es muy difícil rodar una película con tan escaso presupuesto, menos mal que nos donaron la comida y las luces nos las alquilaron por 1.000 dólares para todo el tiempo de rodaje", señaló Anysay, declarado admirador de directores como David Cronenberg, Michael Haneke o Park Chan-wook.

El director cuenta en su obra la historia de forma no cronológica y con originales ángulos de cámara influenciados por la estética del cómic, del que es un entusiasta.

Presentada el pasado diciembre en el Festival de Cine de Luang Prabang, en Laos, el director confía ahora en poder exhibirla en otros certámenes de Europa y Estados Unidos y también distribuirla, al menos en el mercado asiático.

"Con sólo tres cines comerciales en Laos, ninguna película puede hacer bastante dinero para recuperar la inversión, por muy bajo que sea el presupuesto", admitió el cineasta.

Desde la victoria comunista en 1975, Laos sólo ha producido cintas y documentales propagandísticos, con alguna excepción, en los que censura cualquier escena que las autoridades consideren que deslustra la imagen de la sociedad o el régimen.

Uno de los pocos largometrajes producidos en Laos es "Red Lotus", dirigido en 1988 por Som Ock Southiphonh, educado en la antigua Checoslovaquia y quien ahora regenta un pastelería en Vientiane mientras trata de recaudar dinero para producciones independientes.

En 2008, se rodó en Laos la comedia "Sabaidee Luang Prabang", una coproducción lao-tailandesa, aunque el director y la mayoría de los actores y el equipo provenían de Tailandia.

"Algo está cambiando en Laos, creo que las autoridades se han dado cuenta de que tienen que permitir un aperturismo y por eso me han dado la oportunidad de rodar esta película", aseveró Anysay. EFE

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