La gran aventura madrileña de Todd James

  • Guerra, paz, sensualidad, ironía y colores brillantes. Great Adventure es la primera exposición individual en España del artista neoyorkino Todd James y se podrá visitar en la Galería Javier López de Madrid hasta el 3 de noviembre.
Todd James
Todd James
lainformacion.com
Alessia Cisternino

A principio de los años '80 Todd James recorría entero el metro de Nueva York probablemente por la noche y llevando encima sus "herramientas de trabajo" para convertirlo junto con otros "malhechores" del arte urbano en un enorme lienzo que todo el mundo – los que iban a trabajar a primera hora de la mañana, los que volvían por la noche borrachos, las madres que iban más rápido que los trenes, todo el mundo – estaba obligado a mirar.

Entonces Todd James tenía doce años y se hacía llamar REAS. Hoy, con sus 41 años y la misma cara de niño listo que tenía que tener entonces, Todd James inaugura su primera exposición individual en Madrid, una exposición flamante que se titula Great Adventure y que se podrá visitar hasta el 3 de noviembre en la Galería Javier López.

Unas 50 obras cuya inspiración inicial, como nos ha contado él mismo, ha sido la guerra en Irak y que luego se han quedado como enganchadas a este trágico leitmotiv que por un lado contrasta con su obra anterior, normalmente repleta de mujeres inmersas en actividades tan sencillas como cotillear o irse de compras y por el otro la recupera a través del uso casi provocativo y violento de colores fluorescentes, una omnipresente sensualidad y sobre todo una inquebrantable ironía.

Nada de artista callejero

"Hay muchas diferencias entre mostrar tu trabajo en la calle y hacerlo en una galería" cuenta Todd James. "Por un lado mi trabajo en la calle empezó a primeros de los 80 y acabó a finales de los 90 cuando limpiaron el metro de Nueva York. Pintar el metro es ilegal y pintar en una galería no lo es".

"No me identifico con lo que en aquellos días llamaban 'artista callejero'. El arte callejero tiene un dialogo con el público. Yo me sentía más un "writer" y pintaba mi nombre constantemente (algo que no pudo parar de hacer ni siquiera el día de la inauguración de esta exposición: en una sola noche habrá hecho y regalado por lo menos 10 dibujos originales a todos los que se lo hayan pedido. En serio, ¿cuántos artistas lo hacen?), a veces añadiéndole figuras, pero nuestro dialogo como graffiteros entre nosotros mismos y entre nosotros y el publico fue algo que vino después. Sin embargo hay muchos elementos visuales así como mi enfoque personal hacia el arte que se puede ver tanto en lo que hice entonces como en lo que hago ahora".

Rubias entre el drama

Piratas somalíes con una vaga actitud de "raperos", máquinas de guerra que sonríen como si fueran humanas, buitres esperando el banquete de su vida, granadas de mano y ametralladoras que explotan con macabra alegría sobre el fondo negro, soldados estadounidenses (¿fuerzas de paz o fuerzas de guerra?) y de vez en cuando, de repente, sus inconfundibles chicas rubias quizás para hacer más soportables esos dibujos de un niño de 40 años enfadado y fascinado a la vez por la guerra.

Que se deje o no llamar artista callejero y a pesar de que ahora tengamos que entrar en una galería para admirar su trabajo en vez de coger el metro de Nueva York, gotitas de calle siguen mezclándose en los botes de pintura acrílica de Todd James y alcanzan el lienzo o el papel como alcanzaban los muros de la Gran Manzana hace algunas décadas. Sin que nadie, ni siquiera el mismo artista se de cuenta. Merece la pena ir a ver como sucede esta magia.

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