La muerte, en marzo, de uno de los que fueran jóvenes actores de los 80, Corey Haim, impactó a los que crecieron con películas como Jóvenes ocultos o Papá Cadillac.
El actor falleció a los 38 años en su casa de Los Ángeles. Fuentes policiales apuntaron a una muerte accidental por sobredosis pero la oficina forense del condado de Los Ángeles confirmó que el actor murió debido a una pulmonía y no por consumo de drogas, informa Efe.
Las pruebas toxicológicas no revelaron que las drogas hayan sido un factor importante de la muerte. Esas pruebas señalaron que su sangre tenía "bajos niveles" de fármacos, incluyendo antidepresivos, relajantes y un componente de marihuana, así como de remedios contra la tos, antihistamícos e ibuprofeno.
"Esos medicamentos estaban presentes en bajos niveles y no contribuyeron a la muerte", aseguró el informe de la autopsia. Por otra parte, agregó que el examen de los restos del actor mostró una inflamación "extremadamente grande" de sus pulmones.
Haim, quien surgió a la fama en papeles de adolescente en el decenio de 1980, tuvo problemas con las drogas durante su adolescencia pero tras el deceso su madre insistió que éstas no habían causado su muerte.
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