La nueva ola musical tiene acento sueco

  • Las bandas suecas compiten entre ellas para salir al extranjero y ser los nuevos The Cardigans.
Pelle Carlberg tiene una teoría para explicar la 'invasión sueca'
Pelle Carlberg tiene una teoría para explicar la 'invasión sueca'
lainformacion.com
Markus Steen
Markus Steen

Resulta casi imposible no haber oído una melodía compuesta en Suecia en nuestro país, ya sea en forma de anuncio de televisión, banda sonora, politono de teléfono móvil o, incluso recientemente, como canción del verano. Además de por Ikea, los premios Nobel y Stieg Larsson, a los suecos se les pregunta cada vez más por sus artistas y su música.

The International Noise Conspiracy, The Hives o Mando Diao han sido sólo la avanzadilla garagera de una nueva generación de bandas que no encuentra límites a su expansión, bautizada por los medios anglosajones como la invasión sueca (swedish invasion). Tal es la repercusión, que la revista Rolling Stone ha comparado su eco mediático con aquel que obtuvo Nirvana a mediados de los años noventa.

Fikasound, nuestro ojeador patrio

En España, parte de la culpa de este desembarco de artistas suecos la tiene Fikasound, una pequeña asociación cultural creada en 2006 por un grupo de amigos que, a la vuelta de un viaje con beca Erasmus por tierras escandinavas, quisieron compartir su pasión por la música hecha en Suecia:

"Decidimos fundar Fikasound para dar a conocer los grupos que habíamos conocido durante el año que pasamos en Umeå. Primero llevando la música a las radios, luego montando una web y finalmente organizando giras, festivales y editando discos. Todo nos ha llevado a crear y creer en un proyecto de cooperación cultural entre países escandinavos y España", cuenta Cristina Villaverde, uno de los tres miembros de Fikasound.

Gracias a ellos hemos tenido la posibilidad de asistir en los últimos meses a conciertos de bandas como I'm from Barcelona, The Mary Onettes o Pelle Carlberg, importantes nombres de la escena musical de su país que han cruzado la frontera para hacerse un hueco en el complicado escaparate internacional.

El efecto Bjorn Borg

No existe una receta mágica que explique tanto talento por habitante, aunque sí hay varios factores que ayudan a entenderlo. Nina Wälhä y Kristian Dahl de la banda Lacrosse, que estará de gira en nuestro país a finales de este mes y principios de noviembre, comenta la existencia de una red de escuelas de música municipales que permite a todo hijo de vecino de hasta el último pueblo sueco estudiar música de manera gratuita: "Era gratis y todo el mundo iba. Elegías cualquier instrumento y recibías la lección".

Pelle Carlberg apoya este argumento pero advierte de la progresiva reducción de ayudas que el actual gobierno está llevando a cabo en materia de cultura. Sin embargo, el compositor de la pequeña ciudad sueca de Upssala, tiene otra teoría sobre el éxito internacional que han acaparado bandas de su país. Lo denomina efecto Bjorn Borg, en alusión al famoso tenista que alumbró su país en los años setenta.

"Edberg y Wilander descubrieron que era posible ganar al tenis gracias a Borg. En la música ocurre algo parecido. Si ABBA mostró a los suecos que se podía conquistar el mundo, The Cardigans fueron la primera gran banda indie que exportamos al extranjero. Si su precedente no creo que muchas bandas hubiesen alcanzado el éxito".

Lo que no sufrió esa generación de tenistas fue la competencia feroz a la que se exponen los artistas suecos de puertas para dentro; germen, según el cantante de The Mary Onettes, Philip Ekström, de la enorme calidad musical que atesoran: "La bandas suecas tienden a competir entre ellas y se esfuerzan para convertirse en el mejor grupo". Cristina, de Fikasound, añade que "casi todos los músicos están en dos o tres proyectos a la vez".

Esa calidad de la que presume Ekström es fruto, además, de los fríos días de invierno: "No tenemos esas preciosas playas que hay en España. Hay muchos sitios bonitos en Suecia pero sólo nos gusta visitarlos durante el verano. En invierno sólo te apetece estar en casa y concentrarte en ser una buena banda".

¿Y después de Stieg Larsson?:

Jens Lapidus, "el mejor de la nueva hornada sueca

Mari Jungstedt, "la perversidad de las relaciones humanas"

Åsa Larsson, "entre el thriller psicológico y el drama social"

Thomas Kanger, "el corredor de fondo de la literatura escandinava"

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