La portuguesa Fatima Lopes ocupa la noche inaugural del Prêt-à-Porter de París

París.- La semana de Prêt-à-Porter de París para el otoño-invierno 2010-2011, que inevitablemente estará de luto por la muerte de Alexander McQueen, comienza hoy con un pequeño número de desfiles, entre ellos el de la portuguesa Fatima Lopes, inspirado en el Polo Norte y el calentamiento global planetario.

Será su XXIII desfile en París y un nuevo momento de entrega a su máxima pasión y sueño de toda su vida, según explicó a Efe poco antes de mostrar sus diseños.

Originaria de Madeira, la artista considera que el tema elegido tiene algo de premonitorio, dada las inundaciones que acaban de asolar su isla este mes de febrero, pues "todo está relacionado".

Por eso, la colección será también un homenaje a su isla, que "seguro se va a reconstruir enseguida y el verano próximo estará tan bella o más bella que el pasado", aseguró.

Agregó que la inspiración en el Gran Norte no dio frialdad a sus modelos, construidos en colores tierra degradados, marrones, beige y naranjas, con algunos toques de azul y también de negro, sino todo lo contrario.

Futuristas, las formas invernales de Fatima Lopes para 2011 son muy gráficas y geométricas, con volúmenes muy diferentes, juegos de drapeados, superposiciones y piezas esculturales, construidas con puntillas, lana, seda, cuero, muselina o cachemire.

La fiesta portuguesa dará paso, mañana, a las dimensiones habituales de las pasarelas de París, con su habitual decena de creadores diarios en el calendario oficial, que se cerrará el próximo día 10 de marzo.

Habrá que esperar al jueves para encontrar en su lista algún nombre tan internacional como el de Balenciaga, mientras que el turno de las casas de costura mundialmente consagradas vendrá a continuación.

El viernes con Dior a la cabeza; el sábado para Jean-Paul Gaultier; el domingo en manos del modisto alemán Karl Lagerfeld; el lunes para repartirse entre Kenzo y Stella McCartney entre otros, y el martes para mayor brillo de Chanel.

El modisto británico Alexander McQueen, muerto el pasado 11 de febrero a los 40 años, debía haber presentado su desfile ese mismo 9 de marzo por la noche.

Una semana después, el millonario François Henri Pinault, propietario del grupo de lujo francés PPR y principal accionista de McQueen, aseguró que su firma seguiría existiendo y confirmó que se presentaría su última colección.

Pinault, no obstante, "no precisó la forma", indicaron a Efe fuentes de la casa.

Finalmente, la filial del lujo de PPR, Gucci Group, gestora entre otras de la marca McQueen, optó por hacer una presentación individualizada, previa cita telefónica, y no un desfile.

La opinión es de todas formas unánime, habría sido imposible organizar uno de esos irrepetibles espectáculos que promovía el talentoso McQueen.

"No había suficiente material para hacer un desfile", añadieron sus colaboradores.

Esta última cita con el modisto británico, con las últimas obras que pudieron haber pasado por sus manos en algún momento, durará dos días.

Aunque no sea uno de esos espectáculos con los que McQueen deleitaba a su público, las invitaciones serán muy difíciles de conseguir, a juzgar por el estruendoso alza de ventas de sus creaciones registrado en tiendas y puntos de venta McQueen en el mundo.

La presentación parisina aspira a ser todo menos multitudinaria.

Según indicó a Efe la Federación Francesa del Prêt-à-Porter, sus organizadores quieren que sea "un homenaje íntimo" al precoz artista británico que conquistó las pasarelas de París en cuanto se instaló en ellas, como director artístico de Givenchy, a principios de siglo.

De otro lado, casi terminada la semana de colecciones pero todavía relacionados con la moda, esperan a sus aficionados varios eventos, en primer lugar la exposición Yves Saint Laurent en el Museo del Petit Palais, que abrirá sus puertas al público del 11 de marzo al 29 de agosto.

Además, la revista Vanity Fair España propone el 11 de marzo una visita inaugural para contemplar la exposición "Del Greco a Dalí. Los Grandes Maestros Españoles de la colección privada de Pérez Simón".