Las Colombinas, feria divertida y triunfal a pesar de algunas irreflexiones

  • Huelva.- La Feria de Colombinas, tradicionalmente amable sobre el planteamiento de la diversidad en los carteles, con toreros para todos los gustos, ha resultado triunfal y divertida, redonda un año más a pesar de algunas irreflexiones del "palco" para desvirtuar trofeos.

Las Colombinas, feria divertida y triunfal a pesar de algunas irreflexiones
Las Colombinas, feria divertida y triunfal a pesar de algunas irreflexiones

Huelva.- La Feria de Colombinas, tradicionalmente amable sobre el planteamiento de la diversidad en los carteles, con toreros para todos los gustos, ha resultado triunfal y divertida, redonda un año más a pesar de algunas irreflexiones del "palco" para desvirtuar trofeos.

Lo más importante del ciclo, la colosal primera parte de corrida que protagonizaron, el viernes 5, "El Juli", Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante, los tres con una encomiable actitud y aptitud frente a los bravos y exigentes toros de Núñez del Cuvillo.

Algo inenarrable, pues en el arrastre del tercer toro se llevaban cortadas cinco orejas, y uno de esos tres astados había recibido el honor de la vuelta al ruedo.

Incomprensible que el presidente rompiera el buen ritmo de la tarde denegando a Talavante una segunda oreja que ya habían logrado los compañeros, los tres con méritos más que sobrados.

Para mayor alabanza debe contar también el gesto de haber elegido una corrida muy digna de presentación, por volumen y pitones, en contraste con lo que se acostumbra en plazas y ferias de este orden cuando en el cartel están las figuras. Está claro que los toros de Núñez del Cuvillo prestaron mucho en esta ocasión por contenido y continente.

Todo esto resalta aún más si se compara con la impresentable presencia de los animalitos de "El Pilar" lidiados el día 3 y elegidos para la comparecencia de José Tomás. No se entiende el despropósito cuando está por medio la enorme marea de todo un fenómeno social como está resultando JT desde su última vuelta a los ruedos.

Tomás arrasa en la taquilla, y en el ruedo adopta una notable expresión de seriedad que denota un compromiso sincero consigo mismo para triunfar a toda costa. Por eso es necesario que el punto de inflexión de tanta transcendencia se centre en la presencia del ganado, con el trapío suficiente.

El día que el entorno de JT obre en consecuencia, y se vea que tiene un toro delante con toda su pujanza y fiereza, y que alterna con los gallitos del escalafón -hasta ahora se anuncia "con dos más" que apenas despiertan interés, y con los que no tiene ninguna competencia- es posible que crezcan aún más sus partidarios y convencerá igualmente a muchos de sus detractores. Que de todo tiene.

En Huelva estuvo bien Tomás, por temple y valor, por armonía y firmeza, incluso porque ha innovado con cosas nuevas en su estilo clásico y reposado. Cortó solo una oreja, pero, teniendo en cuenta que ni el público ni el presidente estuvieron mínimamente condescendientes con él -al revés, las exigencias fueron mayores-, pues, con lo que hizo, a otros toreros le premian con las dos orejas del primer toro y una del segundo.

Y no es problema del peso de la púrpura. Sencillamente en la muchedumbre que mueve y lleva detrás hay una mayoría que desconoce la esencia, los valores y las normas del toreo, por supuesto burlar al toro con arte, con destreza y valor, y no hace falta decir que sin dejarse coger, gran hándicap de JT: ese morbo anida en el subconsciente de la marabunta para no apreciar el verdadero valor del ídolo, su estilo y personalidad, por supuesto lejos de las tragedias.

Volviendo al podium de triunfadores en la feria, hay que recalcar las actuaciones de Juli y Perera, rivales en maestría y poderío en sus respectivas faenas de doble trofeo la tarde de "los cuvillos".

Nada que ver con esas puertas grandes la del día anterior de "El Fandi" por una actuación en la línea de lo populachero, de saltos y carreras. Ahí se hizo verdaderamente patente la irreflexión del presidente, que en esa misma corrida premió asimismo con una oreja los "efectos especiales" de "El Cordobés", pura heterodoxia. Pero esa tarde, con un trofeo también, "El Cid" convenció más que nadie, obviamente por clasicismo, seriedad y serenidad.

Otro apéndice fue para Daniel Luque, que toreó el día de JT. Triunfo de escasa consistencia por las prisas y la tosquedad de la faena.

En la de rejones, Diego Ventura arrasó con cuatro orejas, no le fue a la zaga el joven Leonardo Hernández, que cortó tres, y se descolgó el veterano Pablo Hermoso de Mendoza, que no llegó a "tocar pelo".

Festejo muy agradable el del segundo día de feria, con tres aspirantes en el cartel. La afición, entiéndase las Peñas Taurinas, y los profesionales, con mayoría del estamento ganadero, aunque en verdad se involucraron todos, hasta algunos periodistas especializados, de la capital y provincia, ante la carencia de Escuela Taurina, aunaron esfuerzos para promocionar la cantera con la organización de una novillada sin picadores bajo el epígrafe "Huelva busca un torero".

Estuvo muy bien Alejandro Pavón, que a la postre ganó el concurso, y dejaron buenas sensaciones David Miranda y Juan Ramón Jiménez.

En resumidas cuentas, en Colombinas hubo tanta diversión como triunfos.

Juan Miguel Núñez

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