Las Noches Bárbaras toman al asalto Montevideo con la música callejera

  • La tradición española de la noche de San Juan y los ritmos de músicos callejeros de Montevideo tomaron al asalto la capital uruguaya en la noche más larga del año para festejar la primera edición de las Noches Bárbaras, una fiesta de fusión entre ritos ancestrales y la música cotidiana.

Montevideo, 22 jun.- La tradición española de la noche de San Juan y los ritmos de músicos callejeros de Montevideo tomaron al asalto la capital uruguaya en la noche más larga del año para festejar la primera edición de las Noches Bárbaras, una fiesta de fusión entre ritos ancestrales y la música cotidiana.

Gaiteros, músicos de "blues", "candombe" y tango, conjuros, hogueras y mucho público se congregaron en la noche del sábado al domingo en el Centro Cultural de España (CCE) de Montevideo para dar la bienvenida al invierno.

Esta iniciativa, pionera en el país, surgió en el Círculo de Bellas Artes de Madrid hace ya diez años y llegó a Montevideo para dar un espacio a los músicos que, con el cordón de la vereda o las líneas de autobús como único escenario, y a menudo los propios pulmones por toda amplificación, amenizan el día a día de los ciudadanos.

"Montevideo es una ciudad eminentemente musical, en la que prácticamente todos tocan algún instrumento. Por eso, pensamos que aquí podría funcionar muy bien", señaló a Efe Álvaro García, responsable de comunicación del CCE y veterano del montaje de las Noches Bárbaras en Madrid.

García subrayó además que la capital uruguaya es una ciudad "amigable" con los músicos de calle, que incluso reciben siempre educados aplausos cuando tocan en el autobús, a pesar de que en algunas zonas de la Ciudad Vieja se registran conflictos con los vecinos.

"La desprotección que a veces tienen estos artistas está relacionada con el limbo legal en el que trabajan", opinó García, si bien en esta ocasión, con las calles cortadas y músicos trabajando hasta altas horas de la madrugada, sólo hubo parabienes.

Los músicos invitados, que cobraron por participar, algunos por vez primera sin tener que pasar la gorra, se acercaban a todos los estilos imaginables y a fusiones poco comunes, como las del "punk-rock" de grupos españoles como Extremoduro con la milonga rioplatense.

La Melaza, banda de "candombe" femenino; Queyi, una cantautora catalana afincada en Uruguay hace unos cuantos años; Son da Rúa, con un repertorio de música brasileña; y La Parca Chirla, con una propuesta de rock progresivo, fueron algunas de las dieciséis bandas que completaron el cartel de la fiesta.

Junto a estos sonidos populares y callejeros, también convivieron antiguas tradiciones propias de la noche de San Juan en España, con una enorme hoguera dispuesta a las puertas del CCE para ahuyentar los malos augurios y conjurar a los buenos espíritus para la segunda mitad del año.

Al lado de la hoguera, una queimada, la poción mágica para espantar a las brujas, compuesta por aguardiente, café y mucha canela, sirvió también para calentar un poco más la noche y combatir las bajas temperaturas del invierno uruguayo, que arrancó hoy.

Por supuesto, y al estar en Uruguay, la hoguera también sirvió para templar los tambores de la cuerda del "candombe", que con sus atronadores sonidos dieron el puntapié inicial a la fiesta.

"Hemos basado la celebración en la tradición gallega por San Juan, porque los gallegos son la colectividad española más numerosa en el Uruguay", apuntó a Efe Rosita Lladó, presidenta de la Federación de las Instituciones Españolas en el país.

Así, una pequeña orquesta de gaitas, acompañó a un grupo de jóvenes y entusiastas bailarines de muñeira, la danza típica de esta región española, que incluso se atrevieron también, según manda la tradición, a saltar la hoguera para espantar a la mala suerte, arrancando los primeros aplausos del público asistente.

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