Linares, Martín y Márquez, tres edades flamencas reunidas por primera vez

  • Concha Barrigós.

Concha Barrigós.

Madrid, 11 oct.- Carmen Linares lleva 35 años "de ventaja" a Rocío Márquez y Mayte Martín, 21, y aunque "la pequeña" afinó sus melismas oyendo los discos de estas "maestras" y la admiración es mutua nunca habían coincidido. Las tres "edades" se encontrarán por primera vez este domingo en un escenario, el del Auditorio Nacional.

Son tres generaciones de cantaoras que lo tienen todo y nada en común, explican a Efe Linares y Márquez en ausencia de Martín, "secuestrada" en una "máster class" en Málaga.

"Las dos van por el mismo camino, el de la calidad, pero son muy diferentes entre ellas. Ahora mismo hay un plantel de mujeres jóvenes muy importante e interesante, aunque cuando yo empezaba había estrellas como La Paquera, La Perla o Fernanda de Utrera", rememora Linares, nacida como Carmen Pacheco.

Linares, que cambió su apellido para homenajear a su pueblo natal, cree que la mayor diferencia con "su"época es que antes "no había tanta información" y que ahora "llega música de muy diferentes sitios y las mujeres valientes están ahí, dispuestas a hacerse con todo".

La cantaora cree que el flamenco tiene que evolucionar, "como lo hace el mundo, la vida", aunque no puede perder su raíz musical: "la fusión no hace daño, es un lugar de encuentro, de aportación, pero siempre que se haga bien, claro", precisa.

En esa órbita se inserta el concierto que ofrecerá esta noche en Roma, en el festival flamenco de Palco de la Música que se organiza cada año y en el que ella es una habitual.

Lo que no es tan usual es el concierto que ofrecerá a los italianos porque se "juntará" por primera vez en un escenario con los músicos de jazz Jorge Pardo, Carlos Benavent y Tino di Giraldo.

"Estoy abierta al mundo. Es otra historia, con músicos extraordinarios y será algo muy bueno. Espero que después de Roma podamos hacerlo en España", desea.

La cantaora jienense, acompañada por Salvador Gutiérrez y Eduardo Pacheco a la guitarra y Pablo Suárez, al piano, interpretará el domingo en el Auditorio canciones de sus últimos trabajos pero también quiere estrenar un cante, por soleá y bambera, inspirado en un texto de García Lorca, "Arbolé".

La onubense Rocío Márquez (1985), única ganadora, junto con Miguel Poveda, del máximo galardón y cuatro primeros premios del Cante de las Minas de La Unión, está "emocionadísima" y "un poco nerviosa" con el "lujo" de actuar en el Auditorio junto a sus admiradas compañeras.

"Para mí ellas son mi referencia viva. Son con las que he rayado los discos de tanto escucharlos. Entre ellas hay bastantes diferencias pero las dos son unas aficionadas increíbles y grandes músicas, siempre son ese plus que sorprende al público" y además, destaca Márquez, le han dado "la libertad y el equilibrio" a su generación.

Técnicamente ve diferencias también porque, detalla, Linares tiene una voz más desgarrada y Martín más melódica, más próxima a su forma de cantar.

Márquez, que ha tardado casi cuatro años en sacar su primer disco, "Claridad", estará acompañada en el Auditorio de Manolo Franco, a la guitarra, y juntos interpretar un repertorio que no quiere revelar porque es "fácil" que cambie a última hora, aunque no faltarán seguirillas, fandangos y caracoles.

Y luego, si todo cuadra y el ambiente está "caldeado", es muy probable que las tres ofrezcan el regalo de un fin de fiesta juntas, por fin, en el mismo escenario.

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