Los espíritus también son de Guinness

Esta noche puede que los zombies tomen la calle. Muchos se tienen que juntar para superar la reunión que continúa siendo de Guinness desde el año pasado. Sucedió en el festival de música Big Chill de Ledbury en Reino Unido. 4.026 zombies se dieron cita el 6 de agosto de 2009. Participaban en la grabación de una película en la que el actor cómico Noel Fielding encarna a un rey zombi en una Gran Bretaña destruida por un virus.

Pero no solo los zombis son de Guinness.Los espíritus acaban de entrar este año en la última edición del libro con copyright más vendido del mundo. En marzo de 2010 se vendieron dos frascos que, supuestamente, contenían los espíritus exorcizados de un anciano y una joven en una subasta online por 1.990 dólares. El neozalandés Avie Woodbury declaró que había recurrido a la ayuda de un exorcista y un tablero de ouija para contactar con los espíritus y atraparlos.

Mañana los cementerios españoles se llenarán de familiares que visitan las tumbas de sus difuntos. El funeral con más número de asistentes, un total de 15 millones de personas, fue el del carismático indico C.N. Annadurai, jefe de Gobierno de Chennai. Otro récord guinness es el de la cola para acceder a la tumba del cantante ruso Vladimir Visotsky, que se extendía a lo largo de 10 kilómetros el 28 de julio de 1980.

Pero para funeral de récord, el televisado de la Princesa de Gales, celebrado el 6 de septiembre de 1997 en la Abadía de Wstminster. 2,5 millones de personas lo siguieron por la televisión en directo.

La otra pantalla pequeña de los hogares no se libra de un hueco en la sección Muerte del Libro Guinness. En octubre de 2005 una ávida jugadora de videojuegos conocida sólo como Snowly (China) se abandonó a un maratón de tres días sin descanso del juego World of Warcaraft. Mientras intentaba una tarea especialmente desafiante, Snowly murió de agotamiento en el mundo real. Más de 100 jugadores visitaron una catedral virtual dentro del juego, donde se celebró una ceremonia religiosa en su memoria.

Y no podía faltar el Festival de la muerte más longevo. Es el día de los muertos mexicano, que lleva más de 3,500 años celebrándose. Antes se llevaban a cabo ritos y rituales utilizando calaveras. A día de hoy las familias suelen ir ataviadas con máscaras y trajes llamativos.

Y para moderno, el mayor cementerio automatizado. El templo budista de seis plantas Kouanji en Tokyo es un cementerio automatizado que, en enero de 2010, albergaba 6.850 restos humanos. Los familiares acceden a cajas cuadradas de marmol utilizando una tarjeta magnética que identifica dónde están los restos y los envía, a través de una cinta transportadora. Eso sí, un funeral cuesta 8.800 dólares.