Los guiñoles de Kenia no dejan títere con cabeza

  • Un popular programa de televisión aborda temas políticos controvertidos y contribuye a generar debate entre la población
Los guiñoles de Kenia no dejan títere con cabeza | Tugela Ridley, Global Post
Los guiñoles de Kenia no dejan títere con cabeza | Tugela Ridley, Global Post
Tristan McConnell | GlobalPost para lainformacion.com
Tristan McConnell | GlobalPost para lainformacion.com

En una celda fría y húmeda juegan a las cartas dos hombres vestidos con uniforme carcelario a rayas. Lo que hace de esta escena algo inusual en la televisión de Kenia es que los delincuentes son el presidente Mwai Kibaki y el primer ministro Raila Odinga.

Los líderes reales del país siguen gobernando en sus despachos, pero las marionetas que los representan en un programa de humor en televisión están en este momento cumpliendo condena en la cárcel.

El popular espacio XYZ Show se prepara para estrenar su segunda sesión en octubre. Según su creador, Godfrey Mwampembwa, de 40 años, los recientes disturbios políticos en Kenia revelaron que era el momento correcto para hacer este tipo de sátira.

Momento de debate

"Después de las elecciones de 2007 planteamos que era el momento adecuado para un programa como este, que Kenia necesitaba un programa así. Tenemos un gobierno de coalición y ninguna oposición, así que necesitamos fortalecer las críticas", explica Mwampembwa.

La escena de Kibaki y Odinga en la cárcel recurre al humor negro para sugerir que los principales líderes del país deberían de ser considerados responsables y ser juzgados por las muertes y el caos en torno a las elecciones de 2007 que les llevaron al poder.Se trata de un debate que pocos keniatas se atreven a discutir en público. "¡Metimos al presidente y al primer ministro en la cárcel!", dice Mwampembwa con orgullo. "Y la gente entonces empezó a hablar de los temas que plantemos. Otros dijeron que estábamos siendo irreverentes, ¡pero ese el objetivo!".

Marionetas con éxito

El XYZ Show sigue la estela de otros programas satíricos con guiñoles que ridiculizan a las pomposas élites políticas en todo el mundo.En Gran Bretaña Spitting Image se emitió con gran éxito durante 12 años, desde mediados de la década de 1980, y aunque se mofaba esencialmente de la política y la cultura británica el programa incluso se llegó a emitir en el canal estadounidense NBC.Asimismo, después de dos décadas en emisión, Les Guignols sigue siendo uno de los programas más vistos de la televisión francesa, con su microespacio de siete minutos diarios en Canal Plus.

No obstante, este tipo de sátiras con muñecos de látex y los programas equivalentes con actores de carne y hueso (como The Daily Show en EEUU o el británico The Day Today) son una rareza en África, en donde los líderes tienden a mirar con malos ojos este tipo de mofa y a menudo imponen leyes televisivas draconianas para dominar los límites de la libertad de expresión.Pero desde su trabajo diario como viñetista de un periódico Mwampembwa (más conocido como Gado) se ha empeñado en convertirse en un grano molesto para el sistema político de Kenia.

Sus duras viñetas son grotescas ilustraciones sobre la codicia, la corrupción y la arrogancia, satirizando sin piedad a las élites kenianas. Sus caricaturas en blanco y negro se publican en el diario independiente Daily Nation desde 1992 y representan uno de las críticas políticas más agudas que hay en Kenia.

Quejas amargas

Al igual que su amigo y compañero viñetista Jonathan Shapiro (Zapiro) en Sudáfrica, las tiras de Gado le han acarreado problemas e incluso alguna amenaza de muerte, así como las rutinarias cartas de abogados."Algunos políticos veteranos se han quejado amargamente, han atacado a Citizen TV (que emite el programa). Uno de ellos calificó el programa de "raro" y nos acusó de vender mentiras", afirma Mwampembwa.

Pero al menos el programa no ha sido cancelado, como ocurrió a principios de año con el espacio que tenía previsto hacer Zapiro.Además de satirizar constantemente a los políticos kenianos por su notoria corrupción y la defensa de sus propios intereses, el programa también incluye sketches como uno de Michael Jackson que recibe una reprimenda de Dios por convertirse en blanco y sátiras sobre los islamistas y piratas somalíes.

4.000 dólares cada marioneta

Para Mwampembwa se trata del fruto de un trabajo apasionado durante siete años. Llevó la idea por primera vez a una televisión en 2002, pero se la rechazaron por los temas sensibles que quería abordar y porque las marionetas son caras. Cada uno de los guiñoles, con sus expresivos ojos y cara de látex, cuesta unos 4.000 dólares.

 Mwampembwa rogó y pidió un préstamo para producir un episodio piloto de 20 minutos en 2007, pero aún así sus sueños de darle vida a sus mordaces viñetas parecían imposible. Hasta que logró dinero de donantes extranjeros. "XYZ nos ha dado la oportunidad de crear un nuevo lenguaje y de explotar el humor para transmitir el mensaje, para preguntar cuestiones fundamentales sobre el liderazgo de nuestro país y sobre valores", afirma Joyce Nyairo, de la oficina en Nairobi de la Fundación Ford.

Cada vez más duros

Según Nyairo, la impresionante capacidad de Mwampembwa para la sátira política fue clave para que la Fundación Ford se decidiese a conceder 100.000 dólares para el desarrollo de XYZ. Ahora se están planteando conceder otros 150.000 dólares para próximas series.En el taller de XYZ en la zona industrial de Nairobi los guiñoles desmembrados de los líderes kenianos se arremolinan encima de una mesa.

La cabeza de Kofi Annan, el ex secretario general de la ONU que ayudó a lograr la paz en Kenia tras los comicios de 2007, descansa sobre una rueda de alfarero. "Cuando empezamos éramos un poco tímidos, pero poco a poco nos hemos ido haciendo más duros. ¡De momento no tenemos escasez de material! Nada está fuera de límites. Nos hemos metido con la familia del presidente, con líderes religiosos… intentamos no huir de nada", declara Mwampembwa.

Por lo que se deduce de los nuevos guiñoles en el taller, la segunda temporada del programa va a abordar directamente los temas recientes más espinosos en el país: impunidad, justicia y tribalismo.Es una comedia con un mensaje serio y muy necesario, como explica Mwampembwa: "Nos gustaría ver a la gente no solo reír, sino pensar sobre los temas que planteamos y tomar decisiones".

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